En un hecho tan insólito como incómodo que Silvia Lospennato y Hernán Lombardi, los dos primeros candidatos del PRO en la lista legislativa de la Ciudad de Buenos Aires, no puedan votar en los comicios porteños. Aunque se habían apurado a iniciar el cambio de domicilio y hasta interpusieron recursos legales para acelerar el proceso, ninguno figura en los padrones de la Capital Federal.

Ambos siguen registrados en la provincia de Buenos Aires, donde ejercen actualmente como diputados nacionales. Lospennato forma parte de la Cámara Baja por ese distrito desde hace años, aunque en las últimas semanas se mostró como "vecina de Villa Urquiza" en redes sociales y recorridas de campaña. Para postularse en CABA, incluso tuvo que renunciar a su cargo en la mesa ejecutiva del PRO bonaerense, donde ocupaba un rol clave.

Según su declaración jurada, Lospennato es titular de dos departamentos y una casa en la Ciudad, aunque no quedó claro desde cuándo los habita ni si alguno fue utilizado efectivamente para realizar el cambio de domicilio. El trámite, claramente, no fue reconocido a tiempo por el Registro Nacional de las Personas ni por la Justicia Electoral.

En el caso de Lombardi, el problema es idéntico. El ex titular del Sistema Federal de Medios y actual legislador también fue electo por la provincia en 2021, en la lista que encabezó Diego Santilli, y su mandato vence este año. A pesar de tener una trayectoria política muy vinculada a la Ciudad —fue presidente del Ente de Turismo y hasta ministro de Cultura porteño—, su residencia declarada sigue estando del otro lado de la General Paz.

Más allá del detalle burocrático, la escena electoral del domingo quedará incompleta. Sin sus propios sobres y sin pasar por las urnas, Lospennato y Lombardi no podrán protagonizar la clásica imagen de los candidatos votando a primera hora, saludando fiscales y dejando frases a los medios. Para suplir ese vacío, el PRO porteño organizó una conferencia de prensa bien temprano, a las 8.15 de la mañana, cuando apenas abrieron las mesas.

Según fuentes del partido, otros postulantes de la lista sí lograron completar a tiempo sus cambios de domicilio. El caso de los cabezas de lista, sin embargo, dejó al descubierto una desconexión entre las urgencias electorales y los tiempos administrativos, que ni el aparato partidario pudo resolver a tiempo.