Es año impar, y Florencio Randazzo lo sabe. Como en 2017, el ex ministro de Interior volverá a la arena política este año. Buscará competir en representación de la avenida del medio. Cuenta con el respaldo de Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey, pero escasea de estructura territorial para dar la pelea en la madre de todas las batallas, aunque se entusiasma en sondeos que indican un hartazgo en la sociedad sobre los dos principales espacios: Juntos por el Cambio y el Frente de Todos. 

Este viernes Randazzo volvió a almorzar con el exgobernador de Salta, que volcó su tiempo a construir un espacio en la provincia de Buenos Aires, pero que se dedicará a trabajar por lo bajo y a respaldar en los medios, sorteando candidaturas. Un rol similar desempeñará Lavagna, el excandidato presidencial de Alternativa Federal. 

Juntos, aspiran a ampliar el espacio por fuera del peronismo. Ya cuentan con el respaldo de Libres del Sur, a través de Jorge “Huevo” Ceballos. Y se tendió soga al Partido Socialista que conduce la rosarina Mónica Fein, mientras se mantienen las conversaciones con la referente del GEN, Margarita Stolbizer.

Randazzo y Mónica Fein, presidenta del Partido Socialista
Randazzo y Mónica Fein, presidenta del Partido Socialista

Randazzo está decidido a competir. Así confían ante Data Clave los dirigentes que integran ese espacio. La alternativa peronista, que busca un lugar entre los dos grandes polos, estará presente en las PASO de septiembre, pese a las frustradas experiencias de 2019, 2017 y 2015. 

¿Qué cambió de aquellas elecciones este año? Entre las malas noticias, Randazzo no contará con la estructura del PJ bonaerense y tampoco con el respaldo del Movimiento Evita y de un grupo de intendentes del Conurbano, como ocurrió en 2017, pese a que apenas alcanzó para cosechar 5 puntos en las generales. 

En el espacio que se construye alrededor de Randazzo insisten en que “en el punto de vista de la sociedad es el mejor momento para plantear una alternativa”, y que “la demanda de la sociedad está, mucho más fuerte que en 2019”. 

Según la reciente encuesta de Taquión, la imagen negativa del presidente Alberto Fernández trepó en mayo al 59%, la de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner al 65%, la del expresidente Mauricio Macri se sostiene en el 58%. 

Pero de vuelta, la falta de dirigentes de peso que acompañen esta cruzada vuelve a generar temores de un nuevo traspié. En estos días, mantienen negociaciones para sumar a Emilio Monzó. Pero el expresidente de la Cámara de Diputados insistió en su compromiso de competir dentro de Juntos por el Cambio. Desde la alternativa peronista creen que el armado de ese espacio opositor terminará por excluirlo. Otra figura es la de Joaquín de la Torre, el exministro de Gobierno de María Eugenia Vidal que integra el Peronismo Republicano con Miguel Angel Pichetto pero que está en desacuerdo a que Horacio Rodríguez Larreta defina la lista bonaerense. Si eso sucede, el exintendente de San Miguel podría definir su pase al randazzismo. 

El objetivo de este grupo, al que también se le suman los diputados de Consenso Federal, como Eduardo “Bali” Bucca y Graciela Camaño, es competir en 2021 pero profundizar la construcción pos legislativas, sin importar el resultado de estas elecciones. Sostienen que en el camino hacia el 2023 se va a allanar aún más el camino y que las condiciones estarán dadas para que distintos gobernadores e intendentes del Gran Buenos Aires puedan sumar sus metros de asfalto para ensanchar la acotada avenida.