Una de las primeras decisiones que tomó Alberto Fernández al asumir la Presidencia, en diciembre de 2019, fue proponer al juez federal Daniel Rafecas como Procurador General de la Nación, pero la pandemia y la reforma judicial jugaron en contra del pliego.

Luego surgió el debate por la ley del Ministerio Público Fiscal y Rafecas se mostró en contra de esa modificación. Este proyecto, impulsado por el sector más kirchnerista del Frente de Todos, pretendía reducir los dos tercios necesarios para elegir al jefe de los fiscales.

Es que para la aprobación del pliego, el Gobierno depende necesariamente de los votos de la oposición, ya que deberá contar con mayoría especial -dos tercios de los presentes- en la Cámara de Senadores. En su momento, la líder de Coalición Cívica, Elisa Carrió, mostró su acompañamiento a la designación de Rafecas para el Ministerio Público Fiscal: "La propuesta nos da seguridad institucional. Se que no es fanático y que no es kirchnerista".

Incluso, el presidente del bloque Pro, Cristian Ritondo, afirmó que Juntos por el Cambio está dispuesto a aportar sus legisladores para cubrir el cargo que se encuentra vacante desde la salida de Alejandra Gils Carbó y que fue cubierto de manera interina por Eduardo Casal. 

Desde entonces, el cuerpo se encuentra sin jefe de fiscales formalizado. El expresidente Mauricio Macri propuso a la jueza porteña Inés Weinberg de Roca, pero su postulación ni siquiera llegó a tratarse en el Congreso.

Aunque Rafecas es el ungido por el jefe de Estado, el kirchnerismo mantiene una relación tensa y distante luego del rol del juez en la causa Ciccone.No es la oposición la que no quiere tratar el pliego”, afirman en los pasillos de Comodoro Py.

A esta situación se suma que el pliego ingresó en el temario de sesiones extraordinarias junto al pedido de juicio político contra la Corte y la reforma del Consejo de la Magistratura, lo que podría jugar en su contra.