El plan de doce etapas que presentó el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires hace dos viernes indicaba que a partir de la semana entrante iban a regresar la administración de los museos, bibliotecas sin permanencia, tenis y golf al aire libre, salir a correr sin mostrar DNI, gastronomía al aire libre sin servicio y actividades profesionales una vez a la semana, entre otros eventos. Todo eso quedará olvidado. Ese fue el pedido que le hizo ayer el presidente Alberto Fernández al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Tras eso, se confirmó este mediodía en el anuncio que realizaron los mencionados junto al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en la quinta presidencial.

Es un fuerte revés para Rodríguez Larreta, que confiaba en el plan diseñado por su equipo y que difiere en numerosos puntos con el del Gran Buenos Aires. Tras una semana con altos niveles de contagios y de fallecimientos, el Gobierno Nacional insiste que el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) debe mantener la cuarentena tal como está ahora. No solo eso, advierten que si en los próximos días se mantiene esta cantidad de casos se podría restringir otra vez el aislamiento.

Con respecto a la provincia de Buenos Aires, Kicillof extendió la fase 3 para los 35 municipios del Gran Buenos Aires (GBA), comúnmente denominado conurbano. Eso equivale a industria manufacturera, comercios de cercanía, peluquerías, agencias de juegos oficiales, gastronomía (take away y delivery), profesionales de salud, mudanzas, servicios jurídicos (entre otros profesionales) y trabajos domésticos. No solo extendió esta fase, sino que buscará ejercer más presión en municipios rebeldes (señalan a Vicente López y San Isidro) que se han tomado algunas licencias en la administración de la cuarentena.