Juntos por el Cambio tuvo un sector interno que se opuso siempre a la virtualidad en el Congreso. Eso quizás esté cambiando en este momento. La postura tiene un costado político. Durante los dos años anteriores el principal perjudicado e interesado en conseguir el quórum era el oficialismo. En la paridad actual, la oposición también se imagina en condiciones de convocar a sesiones propias, por eso, ahora la obligación los corre por igual.

En la última sesión por Bienes Personales, al PRO se le cayó una diputada a último momento, la bonaerense Camila Crescinbeni dio positivo de coronavirus en los testeos previos a la sesión. Juntos por el Cambio no obtuvo el quórum hasta último momento y porque el Frente de Todos decidió bajar al recinto. De no haber sido así, la sesión se caía. Algo parecido pasó en el Senado la última semana del año, el oficialista Guillermo Andrada confirmó tener Covid-19 a minutos de comenzar la sesión y el quórum peligró. Ambos costados de la grieta vieron cómo el virus desnaturalizó la planificación de una sesión con distancia mínima de semanas.

Llamó la atención entonces que la propuesta para volver a contemplar la virtualidad en la Cámara de Diputados surgiera de la macrista Laura Rodriguez Machado. En los dos años previos de la pandemia, como senadora, mantuvo una postura crítica con la decisión de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner de sostener el sistema remoto de sesiones con la presencia solo de los presidentes de bloque en el recinto.

El proyecto que presentó la diputada del PRO pide modificar el artículo 15 del Reglamento de la Cámara de Diputados para que “los diputados con Covid-19 positivo sean autorizados por la presidencia de la Cámara de Diputados a participar de la sesión en forma remota o virtual desde sus respectivos despachos legislativos”. El objetivo que plantea la ex senadora es que se “facilite” el quórum y que este no dependa del “hecho aleatorio” de los contagios. “No estoy diciendo hacer una marcha atrás a la presencialidad, es solo para los que son covid positivo”, aclaró Rodriguez Machado en Diputados TV.

En el oficialismo hacen una evaluación similar pero van más allá. “Creo que los sistemas mixtos son virtuosos y deberíamos ir a sostenerlo para casos justificados de salud más allá del Covid”, dijo un referente sanitarista del oficialismo en el Congreso a Data Clave. “No para todo ni como norma pero si como excepciones”, afirmó.

En el Frente de Todos sostienen que el objetivo del quórum es “mostrar la representación” de la ciudadanía expresada en el voto. Consideran que dejar afuera a un legislador de la posibilidad de participar por ser contacto estrecho cuando podría estar participando es injusto. La implementación de un sistema remoto permanente debería llegar de la mano de un cambio en los reglamentos, algo que requiere acuerdos políticos que estuvieron esquivos estos años. 

La lectura que hace el oficialismo es que el ala dura de Juntos por el Cambio estuvo siempre en contra de este tipo de instrumentos porque especuló con “una ventaja competitiva” que mantenían con el oficialismo. Gran parte de sus legisladores son de las provincias más cercanas a la Ciudad de Buenos Aires y la obligación del quórum no era de la oposición, eso cambió sustancialmente con las elecciones del 2021. “El cambio se debe a que ellos de pronto sienten que pueden ser mayoría, ahora que tienen una minoría intensa y apuntan a convocar sesiones no quieren que les pase lo de Bienes Personales en Diputados”, dicen en el Frente de Todos.

Extraordinarias y nuevo año parlamentario

El Frente de Todos imagina un enero planchado en el Congreso con una posible activación en febrero. De eso depende un llamado del Ejecutivo a sesiones extraordinarias que aún no ha llegado. Si eso no sucede, las sesiones comenzarán recién con el nuevo periodo ordinario a partir del 1° de marzo.

Sanitaristas del oficialismo creen que el vértigo de las nuevas disposiciones pueden derivar para esa fecha en un fin de las limitaciones a los contactos estrechos. “Las normas atrasan un poco hoy, con las nuevas variantes, que tienen menos períodos de contagio asintomático, empieza a perder sentido este concepto de contacto estrecho que es algo del Covid únicamente”, apuntaron a Data Clave. “No hay contacto estrecho de varicela, los que se aíslan son los enfermos”, agregaron.

Las cosas pueden cambiar. No son pocos los que creen que la pandemia puede estar “superada” en marzo y que habrá que pensar en la virtualidad para casos de salud o excepciones particulares para no hacer peligrar el quórum. La virtualidad será un debate más allá del virus que lo impuso como novedad en el Congreso. “Con los números tan finitos, sería inteligente que no se haga por conveniencia, que sea una evolución de los reglamentos, que sea para el que tiene certificado médico y no para el que se fue a Miami”, cerraron.