Ante el anuncio de un nuevo paro por parte de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), el gobierno decidió extender por cinco días más la conciliación obligatoria.

El gremio liderado por Carlos West Ocampo y Héctor Daer reclama un aumento salarial del 45% y, ante la falta de acuerdo con el sector empresarial, habían decidido llevar adelante una nueva jornada de protesta.

En el ámbito de sus competencias, el gobierno decidió extender la conciliación obligatoria ante "la importancia de la actividad afectada cuya prestación resulta esencial para asistir a la sociedad en el marco de la actual emergencia pública en materia sanitaria en virtud de la Pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación con el Coronavirus (COVID-19), y en procura de lograr un acuerdo sobre el conflicto planteado". 

Las autoridades justificaron su decisión en "el instituto previsto en la Ley Nº 14.786, tiene como finalidad el establecimiento de un plazo destinado a la composición del conflicto mediante la búsqueda de fórmulas que superen la intransigencia de los intereses encontrados".

Días atrás, los empresarios le respondieron a FATSA que "no podemos garantizar la pretendida actualización de los salarios de alrededor del 45% porque las obras sociales y las empresas de medicina prepaga no trasladan los recursos suficientes para poder afrontar ese porcentaje”. 

El gremio respondió y afirmó que “Los empresarios tienen la obligación de pagarnos lo que corresponde y si no tienen recursos, que los vayan a buscar”. 

En ese marco, sanidad expresó que “después del paro realizado el día 23 de julio, las negociaciones continúan estancadas y resulta necesario insistir con las medidas de acción directa para alcanzar la renovación de los convenios colectivos de trabajo”.