El viernes se encendieron todas las alarmas en el gobierno nacional por un ataque cibernético que dejó sin funcionamiento a la página web del Senado de la Nación, con riesgo de que la información del sitio se perdiera por completo o quedara en manos ajenas.

El Senado Informó oficialmente que sufrió un ciberataque que implicó el “secuestro” de información del sitio de transparencia. El hecho tuvo lugar a las 4 de la mañana y fue perpetrado por piratas informáticos. “Este tipo de ataques, denominados 'ransomware', fueron perpetrados en los últimos meses contra diversos organismos públicos, del Poder Judicial y empresas de primera línea”, explicó en ese momento la Cámara alta.

Más de 72 horas después, fuentes del Congreso confirmaron a Data Clave que se restableció el servicio web y que no hubo que lamentar pérdidas. “Nadie pidió rescate, solo buscaron hacer daño”, confiaron desde la Cámara Alta.

El hecho ocurrido esta madrugada se suma a varios similares en el último tiempo. El pasado 11 de noviembre el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires sufrió un hackeo informático que dificultó el funcionamiento de su sistema de toma de denuncias.

Vale recordar que también que en octubre pasado el Registro Nacional de las Personas fue víctima de piratas informáticos que robaron información de millones de datos y luego pidieron rescate por ellos. A eso se sumó un ataque reciente al Poder Judicial e incluso a medios como América TV o a la productora Jotax.

En otro caso, el 27 de agosto de 2020 se produjo un ciberataque contra el sistema informático de la Dirección Nacional de Migraciones que desestabilizó el esquema de control de accesos fronterizos.  El hackeo desactivó varias funciones del organismo dejando al país en una situación de extrema fragilidad y generando preocupación en el Gobierno. Los inconvenientes generados duraron varios meses.

Cabe señalar que el "ransomware" es un software malicioso que cifra archivos en su ordenador con el fin de impedirle acceder a ellos. Lo difunden hackers que luego exigen un rescate con la promesa de que, tras el pago, le enviarán la clave de descifrado con la que recuperar sus archivos.