Elon Musk, el hombre más rico del mundo y cercano a Javier Milei, volvió a generar controversia este sábado al participar por videoconferencia en un mitin del partido AfD (Alternativa por Alemania), señalado por sus posturas neonazis y su discurso antimigratorio. El evento se realizó en Halle, al este del país, y reunió a más de 4.500 simpatizantes del partido liderado por Alice Weidel.

Musk, que ya había mostrado simpatía por movimientos de extrema derecha en Europa, aprovechó el espacio para reforzar su apoyo político y lanzar críticas al actual gobierno alemán. “Es bueno estar orgulloso de la cultura alemana, de los valores alemanes y no perderlos en un multiculturalismo que lo diluye todo”, sostuvo ante la audiencia.

Además, pidió superar el peso histórico del nazismo en Alemania. “Hay demasiado enfoque en la culpa del pasado; los niños no deberían cargar con los pecados de sus bisabuelos. Tenemos que avanzar”, afirmó. El empresario también calificó al AfD como “la mejor esperanza para Alemania” y pidió luchar por “un futuro radiante para la nación”.

El respaldo de Musk al AfD llega en un momento crítico para Alemania, a menos de un mes de las elecciones legislativas del 23 de febrero. Con cerca del 20% de intención de voto, el partido ultraderechista es la segunda fuerza política en las encuestas, solo detrás de los conservadores de la CDU/CSU, que cuentan con alrededor del 30%.

El multimillonario también aprovechó para criticar al gobierno de Olaf Scholz, asegurando que su administración reprime agresivamente la libertad de expresión. “Menos Bruselas y más autodeterminación para Alemania y Europa”, exigió, en un claro guiño a los sectores euroescépticos.

En su discurso, Musk incluso recurrió a referencias históricas, destacando que el emperador Julio César ya había reconocido el espíritu combativo de las tribus germánicas. Sus declaraciones fueron recibidas con aplausos por la multitud presente en la Feria de Halle.

No es la primera vez que Musk se involucra en la política alemana. En diciembre, había calificado a Scholz de “loco” y al presidente Frank-Walter Steinmeier de “tirano”. Además, a principios de enero organizó un intercambio en su plataforma X (antes Twitter) con Alice Weidel, donde reiteró su apoyo al partido.

Mientras Musk hablaba desde la virtualidad, las calles de Berlín se llenaron de manifestantes en rechazo al ascenso de la ultraderecha. Frente a la emblemática Puerta de Brandeburgo, unas 100 mil personas, según los organizadores, alzaron sus voces contra el neonazismo y el discurso del AfD. Por su parte, la policía estimó la participación entre 25 mil y 30 mil personas.

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Los manifestantes formaron un “mar de luz por la democracia” utilizando las linternas de sus celulares y escribieron la palabra “Resistencia”. Pancartas con mensajes como “Fuera los nazis” y “La AfD no es alternativa” dominaron la marcha, que fue convocada por diversas organizaciones en más de 60 ciudades del país.

En Baviera, unas 3 mil personas marcharon en la ciudad de Aschaffenburg, donde días atrás un ataque mortal reavivó el debate sobre las políticas migratorias. Un refugiado afgano con antecedentes apuñaló a un hombre y un niño de dos años, lo que el AfD utilizó como argumento para intensificar su discurso antiinmigrante.

La aparición de Musk también reavivó el escándalo generado días atrás, cuando realizó un gesto en la toma de posesión de Donald Trump que fue ampliamente comparado con un saludo nazi. Aunque el empresario no hizo referencia directa al hecho, su participación en el acto del AfD fue interpretada como un guiño a los sectores más radicalizados.

Tras su polémico gesto en la asunción de Trump, Elon Musk respaldó al partido alemán neonazi AfD

La relación entre Musk y Trump se ha fortalecido en los últimos meses. El empresario no solo apoya financieramente la campaña del expresidente estadounidense, sino que también ha ampliado su influencia en Europa, respaldando a partidos de extrema derecha como el de Giorgia Meloni en Italia.

El ascenso del AfD refleja un clima político polarizado en Alemania, donde los sectores ultraderechistas ganan terreno aprovechando el descontento social. En las últimas semanas, el partido ha intensificado su discurso contra los migrantes, la Unión Europea y las políticas climáticas del gobierno.