Tras un fallo polémico, liberaron a tres policías acusados de matar a Matías Paredes en febrero
La Cámara de Apelaciones ordenó la libertad de tres de los cinco efectivos imputados por el asesinato de Matías Paredes, el joven de 26 años baleado por policías de civil en febrero. La medida desató protestas de la familia frente al penal de Batán.
El caso sacudió a Mar del Plata y volvió a reactivarse este fin de semana con un nuevo giro judicial que generó indignación. Tres de los cinco policías acusados por el asesinato de Matías Paredes recuperaron la libertad luego de que la Cámara de Apelaciones considerara que no hay pruebas suficientes para sostener la prisión preventiva.
Se trata de Julio Rufino Gerez, Javier Yancamil Masía y Héctor Murray, quienes estaban imputados como partícipes necesarios del crimen de Matías Paredes, el joven de 26 años que fue perseguido y baleado por efectivos de civil el pasado 7 de febrero. La medida se dictó por "falta de mérito ante la ausencia de elementos que sustentaran la acusación de la fiscalía", según explicaron los jueces.
La liberación se conoció el viernes y provocó un inmediato reclamo de la familia de la víctima, que se movilizó frente a la Unidad Penal 44 de Batán. Allí todavía siguen detenidos Juan Molina y Emiliano Flores, los dos uniformados que seguirán tras las rejas mientras avanza la causa.
El hecho ocurrió cuando Matías Paredes viajaba en un Fiat Palio junto a dos amigos, Emanuel Astete y Cristian Pizarro Novas. En ese momento fueron interceptados y perseguidos por dos vehículos sin identificación oficial: un Volkswagen Bora y una camioneta Ford Escort conducidos por policías vestidos de civil.
Durante la persecución, los efectivos dispararon contra el auto donde viajaban los jóvenes. Paredes recibió cuatro impactos de bala: uno en la espalda, otro en el hombro derecho, uno en el brazo y un roce en la cara. Aunque fue trasladado con vida al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), murió poco después por la gravedad de las heridas.
Los investigadores determinaron que ninguno de los vehículos involucrados en la persecución tenía identificación oficial ni sirenas, y que los uniformados no se encontraban de servicio. Tampoco quedó claro el motivo del operativo. Para la familia y la querella, se trató de un caso claro de gatillo fácil.
El fallo que benefició a tres de los agentes no implica el cierre de la investigación. La causa sigue en curso y la fiscalía podría apelar la decisión de la Cámara. La defensa, por su parte, intenta desvincular a sus representados del crimen directo, apuntando a la actuación individual de quienes siguen detenidos.
El expediente judicial avanza con dos de los policías todavía detenidos y la investigación a cargo de la fiscalía de Mar del Plata, que busca reconstruir las responsabilidades de cada uno de los involucrados. La familia de Matías Paredes ya anunció que continuará con las movilizaciones y no descarta avanzar con denuncias internacionales si no se logra justicia.