La tensión nacional por el rumbo del gobierno de Javier Milei llegó hasta el corazón del oficialismo puntano. Este miércoles, el gobernador de San Luis, Claudio Poggi, anunció la ruptura con Libres del Sur, uno de los partidos que integraban su coalición de gobierno, tras una movilización encabezada por esa fuerza con una consigna que generó revuelo: “Hay que echar a Milei”.

La marcha se realizó en las calles del centro de la capital puntana, con epicentro en el cruce de Illia y San Martín. Convocada por Libres del Sur como una protesta nacional contra las políticas del Gobierno, tuvo un punto de inflexión simbólico con el despliegue de una bandera gigante con la leyenda que, para Poggi, fue el límite: “Hay que echar a Milei”.

Con buena relación con la Casa Rosada y con el aval reciente de las urnas (en una elección local donde dejó muy atrás al peronismo y a listas libertarias no bendecidas por Karina Milei), el mandatario provincial no dudó en cortar vínculos con el espacio progresista. A través de sus redes sociales, Poggi escribió: “Marchar en San Luis bajo la consigna 'hay que echar a Milei' es violento y antidemocrático”, y anunció que Libres del Sur quedaba afuera del frente gobernante.

X de Claudio Javier Poggi

Hasta el momento, dos funcionarios de ese partido ocupaban cargos en el Ejecutivo provincial: Joaquín Mansilla, presidente del espacio en San Luis, era Director de Barrios Populares, mientras que Ariel Braverman se desempeñaba como subdirector en la misma área. Ambos quedaron automáticamente fuera del gobierno tras la decisión del gobernador.

La respuesta no tardó. Mansilla publicó una carta abierta titulada “El que es violento y antidemocrático es Milei, no Libres del Sur”, que fue luego replicada por el presidente nacional del partido, Humberto Tumini. En el texto, el dirigente puntano acusó al presidente de la Nación de ejercer la violencia institucional y defendió la protesta como un acto dentro del marco democrático.

“Es muy claro que nuestra consigna se refiere a echar a Milei por las vías que la Constitución y las leyes habilitan: movilización pacífica, juicio político o las urnas”, aseguró Mansilla, y señaló que el gobernador siempre conoció la posición de Libres del Sur respecto al modelo libertario. “No podemos permitir que siga avanzando con este modelo de miseria planificada”, remató.

Además, en el texto dirigido a Poggi, se repudió lo que definieron como una actitud “llamativamente agresiva y violenta” por parte de Milei hacia opositores de todo tipo, desde periodistas y economistas hasta intelectuales y científicos. “Este gobierno de tintes fascistas debe irse por el basurero de la historia”, sostuvo el espacio en un tono que no dejó lugar a grises.

X de Joaquín Mansilla

Aunque la tensión en la provincia pareció derivar de un hecho puntual, lo cierto es que la grieta nacional volvió a colarse en las alianzas provinciales, incluso en aquellas que habían logrado esquivar el enfrentamiento directo. Para Poggi, alineado con la estrategia de La Libertad Avanza de cerrar filas frente a la oposición más dura, la protesta fue el detonante que dejó a Libres del Sur fuera del armado político que lo llevó a la gobernación.

El conflicto entre Poggi y Libres del Sur se da en un momento en el que el Gobierno nacional refuerza su estrategia de aislar a los sectores que cuestionan con mayor vehemencia el rumbo económico y social, mientras crecen las movilizaciones opositoras en varias provincias del país.