“No voy a demorar pero tampoco apurar las decisiones solo por un clima político. El cargo que gané requiere de otras aptitudes”, manifestó esta semana un juez federal cuando Data Clave le consultó al respecto de posibles resoluciones que se ¿esperaban? para estas semanas. Más allá de que se reniegue del mote de “tiempistas” del que gozan dentro de Comodoro Py, es cierto que la actividad judicial suele bajar en tiempos electorales para evitar cualquier asociación directa.

Uno de los chats judiciales que más actividad tuvo fue el que integran los magistrados más conservadores dentro de la estructura judicial, que hasta bromeaban con las “represalias” que podrían llegarle al presidente en este momento. “Manejaron siempre un agenda que no nos incluyó más que para echarnos la culpa de todo”, señaló un fiscal federal cuando se lo consultó al respecto de la relación entre jueces y el gobierno. Recordaron que Martín Soria, ministro de Justicia y uno de los que puso a disposición su renuncia, se reunió con múltiples sectores pero que “no hizo demasiado”.

Algunos fueron más allá en sus apreciaciones y calificaron de “teatro” toda la situación: sostuvieron que si se trataba de una ruptura real, se hubieran ido también los que interactúan directamente con el mundo tribunalicio como el procurador general del Tesoro, Carlos Zaninni y el representante del Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, Gerónimo Ustarroz.

Justamente en el Consejo es donde se definen las investigaciones que involucran a los jueces y los concursos para ocupar cargos claves. Tal como contó Data Clave la semana pasada, el concurso para ocupar los dos lugares dentro de la estratégica Cámara Federal de Py (que ahora ocupan los trasladados Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi) están en la etapa definitoria: tras las entrevistas, debe realizarse la terna para que el presidente elija y el trámite pase al Senado para la aprobación.

Sin embargo, para que una terna sea aprobada se necesita si o si una mayoría especial: por lo menos 9 de los 13 votos de los consejeros, por lo que es totalmente indispensable contar con el apoyo de algunos integrantes de la oposición. También están en el Consejo los concursos por los juzgados que quedaron vacantes tras la idea de Sergio Torres a la Corte de la Provincia de Buenos Aires, la muerte de Claudio Bonadio y la jubilación de Rodolfo Canicoba Corral.

Mientras tanto, los que tiraron primero la piedra tras semanas de relativa tranquilidad fueron los jueces de la Cámara Federal de Py, Eduardo Farah y Mariano Llorens que, sin nombrar a Cristina, se encargaron de recordarle a Sebastián Casanello que tiene una causa pendiente que la involucra y que todavía no tiene una resolución ya que se encuentra con falta de mérito.

En esa misma línea, los trasladados Bruglia y Bertuzzi (junto a Llorens) decidieron el viernes 17 de septiembre confirmar el procesamiento del financista Ernesto Clarens dentro del mega expediente llamado Vialidad. Una de las partes de esta causa ya llegó a juicio y allí, la imputada principal es la actual vicepresidenta

“Nos encontramos ante una emblemática maniobra de corrupción, cuyo punto de partida puede reconocerse en el montaje de una asociación ilícita, de carácter estable y permanente, liderada por Néstor Kirchner y Cristina Fernández, e integrada por Julio De Vido, José López, Nelson Periotti, Carlos Kirchner, Lázaro Báez y Martín Báez- entre otros individuos-, sostenida ininterrumpidamente entre el 8 de mayo de 2003 y el 14 de diciembre de 2015, y que tuvo la finalidad de cometer múltiples delitos para apoderarse ilegítimamente y de forma deliberada de millonarios fondos públicos” dijo Llorens en esa resolución.

Con la expectativa de los anuncios de un cambio de Gabinete, las charlas entre jueces y funcionarios judiciales se desvían también hacia lo que sucederá en estas próximas semanas: la presidencia de la Corte Suprema. El mandato de Carlos Rosenkrantz tiene fecha hasta el 30 de septiembre. Tras una entrevista donde se interpretó que no seguiría, los rumores apuntaron nuevamente al regreso de Ricardo Lorenzetti o a una nueva gestión encabezada por Horacio Rosatti, al que Mauricio Macri calificó de “anticapitalista” hace apenas diez días.

En el cuarto piso del Palacio de Tribunales se maneja, como casi siempre, un hermetismo sobre la decisión final. “Los de afuera son de palo”, contestan desde una de las vocalías cuando se les pregunta sobre cuánto influyen los pesos y preferencias políticas.