Última vuelta en la Ciudad: Santoro resiste, Adorni apuesta y Lospennato se aferra al legado PRO
Mientras Leandro Santoro busca consolidar su ventaja en las encuestas, Manuel Adorni redobla su juego con apoyo libertario, y Silvia Lospennato cierra con el respaldo de Macri y la expectativa de que el traspié de Ficha Limpia impacte en sus rivales.
Con el reloj en cuenta regresiva para las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires, los tres principales candidatos preparan sus últimos movimientos en una campaña atravesada por la tensión entre oficialismos cruzados, el agotamiento de la marca PRO y la construcción de nuevas identidades políticas. Leandro Santoro, Silvia Lospennato y Manuel Adorni juegan sus cartas finales con estilos bien diferenciados, mientras los sondeos anticipan un resultado ajustado y de final abierto.
Silvia Lospennato, candidata del PRO, encara la etapa final con un raid de actividades que culminará este jueves en el Club 17 de Agosto, en Villa Pueyrredón. La apuesta es capitalizar el malestar generado por la caída del proyecto de Ficha Limpia en el Senado, que llevaba su firma y fue boicoteado por el oficialismo nacional. “Quedó claro quién quiere que los corruptos vayan presos y quién no”, repiten cerca de la diputada, que asumió con resignación que la iniciativa no prosperara, pero lo convirtió en una bandera de campaña. Con el apoyo explícito de Mauricio Macri, quien se sumó a sus recorridas, Lospennato buscará recuperar terreno en una Ciudad donde el PRO se juega la supervivencia tras casi dos décadas de hegemonía.
Desde el comando libertario, en cambio, todo es entusiasmo. Manuel Adorni, vocero presidencial devenido candidato, se prepara para un cierre con alto voltaje político y simbólico: actos en barrios clave, actividades con jóvenes y un cierre junto a Javier Milei en Recoleta, corazón histórico del voto macrista. “El voto de Javier es transversal, queremos pescar en todas partes”, explican en La Libertad Avanza, donde usan mapas de calor para definir los movimientos del candidato. En esa lógica, Adorni se muestra acompañado por Luis Caputo, mientras Karina Milei, Patricia Bullrich y Martín Menem ya jugaron su parte en las calles porteñas.
Uno de los ejes de su campaña fue apostar al voto joven, con intervenciones en universidades, encuentros con estudiantes secundarios y hasta un posible guiño al universo gamer con una partida de Age of Empires en la que podría participar el mismísimo Presidente. La narrativa libertaria se estructuró en torno a tres ideas fuerza: “Libertad o kirchnerismo”, “Adorni es Milei” y el traslado del modelo de la motosierra a la Capital. Todo en clave de “continuidad disruptiva” para una Ciudad que, hasta ahora, nunca le dio la espalda al macrismo.
En el otro extremo de la contienda aparece Leandro Santoro, primero en casi todas las encuestas, pero sin margen para confiarse. Su equipo trabaja con la hipótesis de un resultado muy cerrado y pone todas las fichas a fortalecer su perfil opositor tanto al Gobierno nacional como a la gestión PRO en la Ciudad. “Es una campaña rara. A nosotros los misiles nos pasan por arriba”, dicen desde su entorno, que prefirió evitar la pelea directa por el traspié de Ficha Limpia y concentrarse en recorrer comunas y visibilizar problemas concretos de cada barrio.
El acto de cierre será este jueves en las escalinatas de la Facultad de Derecho, donde Santoro se mostrará con referentes académicos y sanitarios para poner en escena la defensa de lo público frente al ajuste libertario. “Desarmemos la motosierra”, fue una de las consignas más repetidas en su discurso, que también apuntó contra el “abandono” de la gestión PRO en temas como el espacio público, la recolección de basura o la salud. A diferencia de sus rivales, Santoro evitó nacionalizar su campaña y no se mostró con figuras de peso como Cristina Kirchner, a quien no aludió siquiera durante la presentación de su libro, “Maxikiosco”.
Tanto Lospennato como Adorni se aferran a sus padrinazgos políticos: Macri por un lado, Milei por el otro. Santoro, en cambio, eligió mostrarse solo en el escenario y construir una identidad propia con aspiraciones de largo plazo. La apuesta, en sus términos, es sentar las bases de un “porteñismo” que pueda disputar la jefatura de Gobierno en 2027 sin necesidad de esconder a nadie.
El próximo domingo se pondrá en juego algo más que una lista de legisladores. La elección servirá como termómetro del poder residual del PRO, del arrastre libertario en un distrito históricamente adverso y del potencial del peronismo para volver a meterse en la discusión urbana. La campaña termina con una Ciudad dividida en tres y un cierre que, según anticipan todos los comandos, podría definirse por apenas un puñado de votos.
El acto de cierre de Lospennato será el jueves en Villa Ortúzar; el de Santoro, en la Facultad de Derecho; y el de Adorni, este miércoles en Recoleta. A partir de las 8 de la mañana del viernes comienza la veda electoral, con prohibición de actos públicos, difusión de encuestas y declaraciones proselitistas.