Un globo amarillo salta de mano en mano ante la alegría de los presentes. En el bunker que Juntos por el Cambio montó en Marcos Juárez, las sonrisas abundan y se hacen más grandes ante las cámaras de tevé. La satisfacción se expande más por la sorpresa que por el propio triunfo. “La realidad es que no esperábamos tener esta diferencia. El acompañamiento de la gente fue contundente”, fueron algunas de las primeras palabras que Sandra Majorel pronunció al conocer su victoria.

Y es que, en su “kilómetro cero”, la alianza entre el PRO y la UCR iba a la pesca de una victoria que le permitiera dar inicio al camino hacia el 2023 y nacionalizar la elección. Sin embargo, había dudas. Y no todo parecía servido. Las encuestas mostraban una fuerte paridad. Y es por eso que los candidatos presidenciales del PRO (Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Patricia Bullrich) se dieron cita, en las últimas dos semanas, y cada uno a su tiempo, en la ciudad cordobesa.

Era tan difícil pronosticar un vencedor que algunos de los referentes nacionales pusieron en duda su visita por temor a quedar pegados a una derrota justo en el lugar donde el PRO logró terminar de nacionalizar su estrategia y, en alianza con el radicalismo, marcó, allá por 2014, la primera victoria que, al año siguiente, Macri replicaría a nivel nacional.

Pese a la incertidumbre, la victoria de Juntos por el Cambio fue contundente. Y Majorel se terminó imponiendo por más de 15 puntos contra Verónica Crescente, la candidata a la que apostó el gobernador Juan Schiaretti. Y, de esa manera, Juntos logró su cometido. Eso sí, ninguno de los aspirantes del PRO que pasaron antes por Marcos Juárez se animaron a ir a esperar con ella los resultados.

Quienes sí capitalizaron éxito electoral fueron los cordobeses Mario Negri, Luis Juez y Rodrigo De Loredo quienes fueron los primeros en acercarse para conseguir la foto de la conquista. Cada uno con sus diferentes intenciones. Es que estos dos últimos compiten internamente para ser candidatos a gobernador.

Con el resultado puesto ahora Juntos buscará sacar provecho nacional de una elección que tiene solo un valor simbólico para la oposición y que, por tamaño de padrón, no expone una tendencia clara de lo que serán los comicios del año próximo.

Se trató, en concreto, de una sola victoria para muchos ganadores. Y así lo expusieron los referentes del PRO. “'Si no está roto, no lo arregles'. Felicitaciones a todos los marcojuarenses por mostrarnos que el equipo es más importante que las personas. Gran victoria de Sara Majorel, JxC y reconocimiento a Pedro Dellarossa", celebró el ex primer mandatario en su cuenta de Twitter.

Bullrich, por su parte, expresó: "¡El Kilómetro Cero del cambio sigue más firme que nunca! ¡Vamos, marcosjuarenses! ¡Vamos Juntos por el Cambio! ¡Vamos Argentina!". Mientras que Rodríguez Larreta, afirmó que el triunfo de Majorel garantiza la continuidad de una "propuesta sólida basada en el diálogo y con la convicción que dan nuestros valores. El triunfo ya se sentía en la energía que había el jueves cuando los visité allá en el KM cero del Cambio. Vamos!".

En la balanza electoral quien recibió el golpe más duro fue el PJ local, que se unió al vecinalismo local para intentar disputarle el distrito a Juntos por medio de una exfuncionaria local que había quedado dolida por quedar relegada en la elección interna.

Sin embargo, el gobernador buscó despegar al partido y asumir las consecuencias de la derrota. “Tengan la certeza los vecinos y vecinas de la localidad que, tal como lo venimos haciendo con los 427 municipios y comunas de nuestra Córdoba, seguiremos trabajando junto a al municipio de Marcos Juárez por el progreso de esta querida ciudad del sudeste provincial”, manifestó.

Lo cierto es que internamente consideran que Schiaretti salió a buscar “agua en el desierto”. Y que la intención era “poder salir con una victoria que lo proyecte como referente nacional”, según le dijo un dirigente cordobés a Data Clave. Pero nada de eso pasó. Y ahora el gobernador cordobés deberá asumir los costos de una derrota que podría costarle más cara de lo que había pensado.