La continuidad de un marco regulatorio para los biocombustibles es tan importante para las provincias del norte que algunos legisladores de la oposición ya dieron su visto bueno a avanzar con el proyecto que presentó el camporista Marcos Cleri. Si bien reclamaban la prórroga votada por unanimidad en el Senado, la continuidad de los beneficios para la industria azucarera logró sumar votos opositores que pueden ser clave en el recinto.

El derrotero de la discusión por los biocombustibles comenzó en enero de este mismo año. El Frente de Todos se había comprometido con la oposición que iba a ser confirmada la media sanción del Senado en sesiones extraordinarias. En el medio, el Ejecutivo cambió de planes. El secretario de Energía apuntó a crear un nuevo régimen y el bloque de diputados presentó un proyecto nuevo.

La premisa es darle mayor protección en el tiempo a la industria de los biocombustibles pero también hay un resguardo en relación al corte del combustible fósil con cereales. El gobierno nacional quiere tener un anclaje en la secretaría de energía como autoridad de aplicación para intervenir frente a la suba de precios internacionales en las commodities. La versión del oficialismo es que esa suba impacta en los surtidores.

Lejos de ese viento de cola internacional, los ingenios azucareros no tienen salida en el comercio internacional y centran gran parte de su trabajo en el etanol. Orgánico fundamental para la creación del Bioetanol. En Tucumán principalmente, pero también en Salta y Jujuy, la industria es fuente de trabajo de numerosas familias. Por eso, los diputados de Juntos por el Cambio de esas provincias firmaron el dictamen del oficialismo y comprometieron su voto en el recinto.

Los que ya firmaron el dictamen son los radicales José Cano y Jorge Rizzotti y los macristas Osmar Moldani y Domingo Amaya. Pero además, en la votación del recinto se sumarían más votos desde el norte grande. Lidia Ascarate, Luis Nanni y Gabriela Burgos estarían dispuestos a sumar también su voto positivo. La cuenta para nada despreciable de 7 votos puede suplir el alejamiento de otros posibles aliados a los que podrían sumarse algún diputado patagonico.

Los legisladores que representan a las provincias de alcohol de caña van a acompañar por necesidad local y los patagónicos por representar a sectores petroleros. Aseguran que la actividad azucarera por sí sola no sería sustentable y que hoy se mantiene por la generación de Energía con los desechos de la caña de azúcar.

El proyecto también cuenta con el aval de los tres diputados del bloque de la Concordia misionero que responden al gobernador Oscar Herrera Ahuad, del justicialista Andres Zottos y del monobloque del Movimiento Popular Neuquino de la diputada Alma Sapag. Con estos números, podría tratarse en la próxima sesión que convoque el oficialismo.

Los 118 votos propios que tiene el Frente de Todos en Diputados requiere siempre de la ayuda de bloques opositores. En su mayoría lo aportan los sectores del “centro” del recinto enfrentados a posturas duras dentro de Juntos por el Cambio.

Este proyecto de Biocombustible reúne el rechazo del bloque Córdoba Federal y de los lavagnistas de Consenso Federal complicando los números para las ansias del oficialismo. Lo que representa la industria del biocombustible para Córdoba y su vasta industria cerealera hizo que el bloque del gobernador Juan Schiaretti rechazara desde el principio un nuevo proyecto. 

Estos votos que perdió el Frente de Todos podría recuperarlos con un aliado inesperado, la división de Juntos por el Cambio otorgará votos claves para aprobar un proyecto al que le corre el tiempo y se le acumulan las internas.