Una frase que suele escucharse a menudo es que “los jóvenes son el futuro del país”, pero lo cierto es que son contadas las veces en que la dirigencia política del país le habla a ese sector. No solo desde el discurso, sino que las medidas tampoco los tienen como protagonistas en la mayoría de los casos. Y en un contexto económico y social cada vez más desesperanzador, crece el desencanto en ese grupo etario. La falta de identificación de la franja entre los 18 y 25 años abre el juego a los outsider como Javier Milei, que es uno de los que mejor capitalizó esa apatía electoral y de donde se nutre el grueso de su electorado.

El gobierno nacional tomó nota de esta situación y en este poco menos de dos años de gestión que le queda a la administración de Alberto Fernández buscan disputar ese terreno perdido. Allí asoma una figura joven del Ejecutivo, con buena imagen entre la dirigencia política pero con altos niveles de desconocimiento de cara a la sociedad. Se trata del ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.

En este sentido, el último fin de semana largo, el referente del kirchnerismo se mostró junto a la juventud en el encuentro gamer llevado adelante en Tecnópolis. El Gamergy está autodenominado como el evento más grande de latinoamérica. “La industria del gaming local no para de crecer y genera un puesto de trabajo cada 4 horas. Desde el Estado debemos promover con el sector privado estas oportunidades”, expresó el funcionario desde su cuenta de Twitter.

Tweet de Wado de Pedro 🇦🇷

No es casual la incursión de Wado en este tipo de actividad. Sin confirmaciones oficiales, es uno de los nombres que se barajan en el Frente de Todos para el 2023. De las opciones kirchneristas, es quien menos tensiones despierta en el oficialismo y cuenta con buenas migas en los distintos niveles de gestión. Pero debe subir su nivel de exposición de cara a la sociedad y en ese camino anda.

Un dirigente joven, que busca generar empatía en un sector que no tiene línea directa con ese mundo. Y además, con ese accionar, erosionar a la vez el mayor capital de un actor incipiente en la política nacional que ya preocupa a más de uno. Javier Milei hizo un culto de la antipolítica y hoy logra cohesionar buena parte del desencanto juvenil.

Son cerca de 13 millones de jóvenes a los que apunta este nuevo enfoque del gobierno. Constituyen más del 35% del padrón electoral. Un número más que significativo para cualquier espacio político. Los sub-25 son un sector crucial. Frustrados e inmersos en un fuerte desencanto por las dificultades económicas que les impiden conseguir un primer empleo y proyectar a futuro su carrera laboral, la juventud es hoy un electorado en disputa.

Antes identificados con los albores del kirchnerismo y luego por la irrupción de Juntos por el Cambio, por el desgaste del primero y el fracaso de la gestión del segundo, hoy buscan alternativas. Ese es el nicho que encontró Milei y ahora buscan dar la pelea en el Frente de Todos.

Entre las principales demandas y preocupaciones de los jóvenes, los temas económicos ocupan un lugar central. Detrás, se ubican otros tópicos como la igualdad de género, el feminismo o el cuidado del medioambiente, según las mediciones de opinión.

Según la encuesta ESPOP de la Universidad de San Andrés (UdeSA), sólo el 20% de los votantes más jóvenes votaría al oficialismo. Y un 16% se inclinaría por Juntos por el Cambio. Más del 70% de los votantes millennials y de la Generación-Z desaprueban la gestión de Alberto Fernández, y el 81% está insatisfecho con la marcha general de las cosas.

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