Queda más de un año para las próximas elecciones presidenciales, pero la implementación de la boleta única de papel volvió a ser tema de debate en el Congreso. Los bloques opositores se unieron para pedir su tratamiento la semana próxima en una sesión especial.

“Nuestro país es una de las pocas democracias en las que persiste el arcaico sistema de votación con boleta partidaria”, señala en sus fundamentos la iniciativa principal, que forma parte de un paquete de proyectos relacionados al Código Electoral y el sufragio.

Sin embargo, el presidente del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos, Germán Martínez, cuestionó la posibilidad de tratar sobre tablas estos proyectos, que no cuentan con dictamen de comisión. “De verdad la oposición pretende sacar una ley sin dictamen de comisión, sobre tablas y en una sesión especial. Es inaudito", planteó Martínez.

Por estas horas, el oficialismo analiza constituir la comisión de Asuntos Constitucionales para tratar el tema. Este escenario sería una pulseada ganada para la oposición al lograr instalar el debate en la agenda parlamentaria.

Este sistema tiene gran aceptación el mundo y poco a poco fue desplazando al denominado "sistema francés" de boleta por partido. A nivel local, las primeras provincias en implementar la boleta única fueron Santa Fe y Córdoba. A su vez, Mendoza aprobó su utilización de cara a 2023; mientras que en Río Negro hay una importante experiencia en los cargos electivos municipales de Bariloche.

Este modelo, sin embargo, fue introducido en nuestro país para el voto de aquellas personas privadas de la libertad, en 2007. “La experiencia es excelente. Se utiliza la boleta única desde que se implementaron las elecciones en contexto de encierro”, dijo a Data Clave el Procurador Penitenciario Adjunto, Ariel Cejas Meliare.

El procedimiento es muy sencillo. A cada votante se le entrega una boleta del distrito correspondiente y se lo invita a pasar al cuarto oscuro. Con una birome se marca una cruz en el casillero de la lista elegida, y luego se introduce la boleta en la urna.

Los detenidos votan según su último lugar de residencia en mesas ubicadas en los establecimientos penitenciarios.  Cabe recordar que actualmente solo las personas procesadas con prisión preventiva pueden votar, por lo que la Procuración presentó nuevamente un proyecto de ley para que también lo puedan hacer los condenados, en línea con lo resuelto tanto Cámara Nacional Electoral como por la Corte Suprema, al declarar la inconstitucionalidad de las previsiones que restringen este derecho.

“Es un sistema súper transparente y muy rápido. Nunca hubo problemas en los comicios”, detalló Cejas Meliare y aclaró: “Tampoco hay robo de boletas o condicionamientos a las personas”.

En las cárceles no se escucha la típica frase “faltan boletas” en el cuarto oscuro. Las filas son rápidas y los detenidos tardan escasos minutos al emitir su voto. Posteriormente, el recuento se realiza en la Cámara Electoral y la Procuración participa como veedora.

“Es el sistema más transparente que tiene la Argentina”, concluyó Cejas Meliare.