La llegada de la pandemia fue un golpe de puño. Doble. De esos que provocan mareos y que dejan heridas que tardan en cicatrizar. Sin embargo, la coordinación nacional, provincial y municipal, bajo una estrategia clara de trabajo, y sin distinción de colores políticos, llevó a que el país no tenga que experimentar situaciones como las vividas en algunas países europeos (y otros de la región) con personas muriendo de las calles y en los pasillos de los hospitales por falta de atención.

La estrategia fue concreta: robustecer un sistema sanitario que, tras la gestión de Mauricio Macri, había perdido su rango de Ministerio para pasar a ser Secretaría de Salud. En términos más llanos: volver a poner en Primera División a un equipo profesional al que se lo había obligado a descender de categoría. 

Ante esta situación vivida, en la que el presupuesto sanitario bajó de peso y dejó de ser prioridad, el estado nacional volvió a poner el foco en la salud para combatir aquello, que en marzo pasado, era desconocido. El resto, es historia. Picos y contrapicos, hospitales al límite, cambio de fases, cuarentenas y la llegada de las diversas vacunas.

Con el protagonismo asumido, la salud se volvió claramente un factor elemental para cualquier gestión en los diferentes estados. De esta manera, sin querer queriendo, y luego como una clara política de gestión, los médicos y las médicas volvieron a ganar la visibilidad perdida incluso más allá de los años de gobierno de Cambiemos y a ubicarse como una de las figuras con mayor llegada a la gente. Algo cercano a lo que en su momento fue “el médico del pueblo”, ese personaje relevante al que todos conocían.

Con la gestión como fotografía testimonial y la inoculación como principal escudo, los tres estados tomaron la decisión de poner al frente a sus ministros, secretarios o directores vinculados al área de salud para salir a jugar en las próximas elecciones en busca de lo que, en definitiva, es el voto vacuna.

En concreto, tres ministros de Salud provinciales saldrán en busca de conseguir un lugar en el Congreso en las próximas elecciones legislativas. Una situación que se repite, sobre todo, en Buenos Aires, donde más de cinco intendentes pusieron al frente de sus boletas a los secretarios o directores de salud locales para ganar una banca en el Concejo Deliberante y así devolverle a la salud el espacio, y el tiempo, perdido.

“El ministerio de Salud suele ser invisible, pero la pandemia nos llevó a tener una mayor visibilización”, le dice a Data Clave, el ministro de Salud de Chubut, Fabián Puratich. Y agrega: “Tenemos la oportunidad de cambiar la lógica de la política con una mirada más humanística. Se trabajó mucho. Dimos un muy buen ejemplo a la clase política y trabajamos en conjunto, todos alineados, y evitamos las confrontaciones. Esto es algo que vio la sociedad. Mostramos que hay otra forma de hacer política”. Puratich es uno de los tres ministros de Salud que buscarán ingresar al Congreso de la Nación.

En realidad, en los hechos, serán dos. Daniel Gollán confirmó su salida este miércoles con el ingreso en su lugar de Nicolás Kreplak como ministro bonaerense. Pero la referencia todavía está fresca. La intención del gobernador Axel Kicillof es que justamente el ahora ex ministro pueda llevar al Congreso la gestión local.

En la misma situación, pero a nivel provincial, quedó Paola Benítez, hasta hace poco ministra de Salud de Chaco, quien dejó su caro para ocupar el tercer lugar de la lista para candidatos a diputados provinciales. 

Además de Gollán y Puratich, quien buscará llegar al Congreso es Rossana Chahla, a cargo del ministerio de Salud de Tucumán. Va como candidata a diputada nacional. Segunda, detrás del actual presidente de la Comisión de Salud en la Cámara baja: Pablo Yedlin.

Sobre esto último, Puratich sostiene: “Vamos a ser varios médicos en el Congreso. Y eso siempre suma. Sé que las discusiones van a venir por fuera de la salud porque hay distintas visiones que tienen los partidos políticos. Pero los que están preparados para destruir no somos los peronistas”. Vale aclarar que el ministro se presenta por el provincialismo que responde a Mariano Arcioni.

Mirada bonaerense

Pero no solo se trata de movimientos que responden al plano nacional. Los municipios bonaerenses también pusieron en acción legislativa a sus secretarios y directores de salud. Y, de esta manera, los intendentes de Lomas de Zamora, San Pedro, Carlos Casares, San Isidro, Las Flores, Necochea y Castelli también se focalizaron en lo sanitario para consignar las listas. 

Mariano Aquino, a cargo del área de salud en Castelli, y primer candidato del FDT para el HCD local, le dice a Data Clave: “Nos convocaron para afinar cuestiones en salud y poder ayudar en lo legislativo en lo que pensamos nosotros. Por ejemplo, en la reforma sanitaria. Necesitamos que se revean los fondos públicos. Si van al sector público o al privado”. Y suma: “No hago militancia política, pero hace muchos años que el país se debe la discusión de la reforma. No es una guerra contra los privados. Es ver cómo se distribuye el dinero”.

Y carga sobre la gestión nacional anterior: “(Adolfo, candidato radical en CABA) Rubinstein defendía a ultranza lo suyo. La salud no era una prioridad bajo el gobierno de Macri. Lo viví en carne propia. Pero él viene del sistema privado. Y en su momento defendió esos intereses. Ahora cambió el discurso”.

Desde Necochea, la secretaria de Salud, Ruth Kalle, también al tope de la lista para el Concejo Deliberante, asegura: “La pandemia es peligro y oportunidad. Nos puso a prueba. Nos hicimos más visibles y pudimos darle una impronta distinta. Esto nos dio la posibilidad de hacer gestiones fuertes”. Y añade: “Con lo hecho, muchos municipios como Necochea, pudimos visibilizarnos en materia de salud. Y en esa línea hay que reforzar los HCD. El hospital modular conseguido lo vamos a transformar en un hospital infantojuvenil. Y este proyecto no lo podés potenciar sin consensuarlo con los otros concejales”.

En la ciudad balnearia el intendente Arturo Rojas, quien se presenta por el vecinalismo, pero tiene buena sintonía con Kicillof (tras llegar al cargo a través de Cambiemos), puso en su lista local a todos funcionarios actuales para, justamente, revalidar la gestión.

Para cerrar, desde Carlos Casares, la salud también tendrá su oportunidad. Vanina Gandini, directora de atención primaria (y primera candidata al HCD por el FDT), le asegura a Data Clave que “de todas las cuestiones que tienen que ver con la pandemia, la pandemia no es la única forma que tuvimos de trabajar. Veníamos de perder una estructura y de haber disminuido el calendario de vacunas y otras políticas de salud pública. Nos fuimos achicando a producto de la acción del macrismo. Hoy tenemos un estado presente”.

Y agrega: “Tuvimos que generar redes y desde Provincia nos fueron bajando protocolos para ampliar nuestra situación. Desde salud formamos parte de un montón de comités y de mesas. Acompañamos a todos, generamos estrategias y pusimos el cuerpo. No tuvimos un domingo, ni un feriado. Hoy contamos con un buen momento para entrar en la agenda pública porque la salud tiene que ser la primera decisión de cualquier cuerpo legislativo. Venimos remando y avanzamos”.