En su última sesión, el Concejo Deliberante de Pinamar rechazó el proyecto para declarar patrimonio histórico a la casa de gobierno local y, de esa manera, el intendente Martín Yeza logró dar un paso más en el objetivo de trasladar todas las dependencias del estado municipal a Ostende.

De esta manera, el jefe comunal del PRO ahora podrá continuar con la intención de vender la municipalidad. Para hacerlo, Yeza necesitaba del apoyo del radicalismo. Y pese a algunos reparos históricos, teniendo en cuenta de que se trata de la casa que albergó al primer intendente radical pos dictadura, Pedro Actis Caporale, el alcalde alcanzó objetivo primario.

Se trata de un viejo proyecto del ex jefe comunal local, Blas Altieri, quien en su momento planteó la idea de trasladar todo el centro cívico a esa localidad para poder descentralizar la principal ciudad del municipio de la Costa Atlántica.

Yeza también contempla mudar distintas instituciones de la ciudad de Pinamar, como la Cooperativa de Agua y Luz y hasta los bancos y oficinas de atención al público y el mismísimo HCD al corazón de la localidad de Ostende.

Esta idea, argumentaron desde la Comuna, busca descomprimir las zonas en donde, actualmente, se emplazan estos edificios, reduciendo la necesidad de traslados, ya que se agrupa en un punto las sedes centrales de las entidades más representativas de la comunidad.

Estos, y otros trabajos, forman parte del Banco de Proyectos de la Municipalidad de Pinamar, proyectos pensados desde una visión integradora y que encontrarán su materialización por medio de diferentes instrumentos de financiación”, afirmaron desde la secretaría de Planeamiento.

En las últimas horas, a través de Twitter, el intendente elogió una nota periodística que hace mencionar a la idea de trasladar la Capital Federal a otra parte del país evocando los 35 años de aquella idea del alfonsinismo.

Cabe recordar que un mes atrás, el empresario Víctor Stinfale tomó la decisión de bajarse de la compra de la calle pública en la que Energy Group planeaba construir un hotel de lujo. Fue tras la ola de críticas que se sucedieron a partir de que se conoció la noticia de que Yeza, buscaba privatizar 2200 metros de espacio público frente al mar para cederle a un proyecto privado. Otra venta.

Con la baja del proyecto, el distrito se quedó sin la posibilidad de acceder a los 1200 millones de dólares que buscaban conseguir para las arcas locales. “Yeza quería vender el Frente Marítimo a un precio vil. Con el valor del dólar oficial, cuando todos los negocios inmobiliarios se tasan al blue”, le había disco a este medio el concejal del Frente de Todos, Gregorio Estanga.