Se trataba de un movimiento que estaba previsto para noviembre. Sin embargo, la renuncia de Elizabeth Gómez Alcorta adelantó la decisión. En las próximas horas Juanchi Zabaleta dejará de ser ministro de Desarrollo Social y volverá a hacerse cargo de Hurlingham, de donde se había pedido licencia para asumir en agosto del 2021 al frente de la cartera nacional.

No se trata en concreto de un movimiento simple. Zabaleta retorna a un distrito donde La Cámpora tomó el control total. Y, se sabe, la relación no será simple. "Hace unos días se viene hablando del regreso, pero viene siendo una conversa en buenos términos", le dice a Data Clave un dirigente cercano al presidente del PJ, Máximo Kirchner.

Tiene lógica. Zabaleta sabe que no le sirve entrar pegando un portazo. De hecho, la idea es poder recuperar el control de a poco. "Dejando que las cosas se vayan dando solas", le dice a este medio uno de los pocos hombres del riñón del exfuncionario nacional. Sucede que, con su partida, Zabaleta se llevó a buena parte de su equipo a Desarrollo Social y su reemplazante, Damián Selci, tomó la decisión de armar un gabinete a la medida de La Cámpora.

El panorama es complejo. Pese a la muestra de buena voluntad política, las diferencias son grandes. Incluso Zabaleta era uno de los ministros más cuestionados desde el kirchnerismo. Sin embargo, todos tenían en claro que su salida anticipada provocaría un regreso antes de lo previsto. Algo que, finalmente, se dio.

De todos modos, el regreso era obligado. Zabaleta se fue sabiendo que pegaría la vuelta para encarar la campaña rumbo al 2023. Algo que nunca se detuvo durante este año fuera del pago chico. Y es que durante todos los fines de semana, el ahora exfuncionario visitó el distrito para mostrarse presente. Algo que también sucedió incluso cuando su labor nacional no lo dejaba. En ese caso mandaba a "panfletear" las acciones del Ministerio.

Compromiso

Frente a lo que se viene, tanto Zabaleta como La Cámpora saben que para tener una chance de ganar las elecciones a nivel local y para también aportar músculo territorial a la campaña nacional y bonaerense necesitan de la unidad. Pero no es fácil. En los comicios de 2021, el Frente de Todos logró una victoria muy cerrada. No solo porque en los hechos se impuso por 3.5 puntos sino porque también tuvo una fuga de votos hacia la izquierda que sumó un histórico 7.11 por ciento.

El Frente de Todos en su unidad sabe que no puede dividirse. Sin embargo, La Cámpora busca tener su oportunidad de pelear por la candidatura. Eso sí, los referentes internos, como el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, ya se pronunció a favor de eliminar las PASO. Algo que, de suceder, dejaría sin chances de competir al jefe comunal actual, Damián Selci.

En un hermético silencio, tal como es habitual en La Cámpora, desde el distrito bajaron línea el mes pasado de no hablar con los medios. La idea era sacarle la espuma a la interna y fortalecer la gestión con Selci al frente, como la cara visible del distrito. Ahora, lo que resta saber es qué decisión tomarán los integrantes del gabinete de Selci con el regreso de Zabaleta y su comitiva.

Las diferencias previas en los armados de las listas para las elecciones de 2021 como también para la lista interna del PJ en los últimos comicios de marzo pasado son solo una foto de una puja que podría recrudecer con el correr de los días.