El Congreso se encamina hacia un debate decisivo en torno a la suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). El oficialismo, liderado por La Libertad Avanza, logró imponer el dictamen de mayoría en un plenario de comisiones y llevará el tema al recinto esta misma semana. 

Este lunes se oficializó la convocatoria para el jueves 6 de febrero a las 12, en busca de debatir la reforma electoral. En el temario también se incluyó el proyecto de juicio en ausencia y la ley de reiterancia. En este marco, las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto y Hacienda se reunieron desde las 14:29 para analizar la propuesta del Ejecutivo, con la intención de obtener dictamen. Luego de casi cuatro horas de debate, con ayuda del PRO, dos gobernadores de Unión por la Patria, una diputada radical, un diputado del bloque de Miguel Ángel Pichetto y diputados de Córdoba y Misiones, logró el número mágico. 

Unión por la Patria discutió internamente hasta el lunes por la noche una definición en conjunto y decidió retirar la firma para no convalidar los temas incluidos por el presidente Javier Milei en las extraordinarias. “Miren todos a los que estampan la firma hoy porque van a estar avalando un plan de Milei, un plan alejado de los problemas de los argentinos”, dijo el titular de bloque Germán Martínez en protesta por la no inclusión del Presupuesto en el temario.

Se necesitaban un mínimo de 58 diputados que firmen alguno de los dictámenes que se presenten de la totalidad de firmas que tiene el plenario de comisiones, más allá del oficialista, todas las propuestas suman. El PRO garantizó su apoyo pero la UCR fue ambigua desde el inicio del tratamiento. Los otros votos claves surgieron de Encuentro Federal y de los bloques provinciales, las miradas estaban puestas en las bancas de Misiones y Córdoba, por lo que desde Casa Rosada intensificaron los contactos con las provincias.

Las firmas y el “ayudin” peronista

La Libertad Avanza consiguió las 58 firmas que necesitaba entre los 114 diputados presentes durante el plenario de tres comisiones que trataron el dictamen para suspender las PASO. De ellas, 53 fueron a favor del dictamen de mayoría propuesto por el oficialismo, tres de ellas en disidencia. Las otras 5, las estamparon desde UP en un dictamen alternativo pero que suman para el total del debate.

Unión por la Patria esta dividido fuertemente con este tema. Por los pasillos comentan los propios integrantes de la bancada opositora que más de 30 diputados de los 98 están dispuestos a votar la suspensión por definiciones al interior de cada una de sus provincias. Además, el Frente Renovador siempre estuvo en contra de las PASO y hasta llegó a presentar proyectos para su eliminación.

Con el correr del debate, La Libertad Avanza estiró el debate haciendo uso de la palabra en busca de que lleguen las firmas. Estas llegaron de dos gobernadores de Unión por la Patria que ya habían hecho gestos al gobierno en votaciones pasadas. El santiagueño Gerardo Zamora y el catamarqueño Raúl Jalil. 5 diputados presentaron un dictamen con propuesta propia y sumaron a las firmas totales.

Mientras que, las últimas dos llegaron de Oscar Agost Carreño, cordobés del bloque Encuentro Federal y de la radical Soledad Carrizo, también de Córdoba. Además, los tres diputados del gobernador Martín Llaryora y los diputados del Frente Renovador de la Concordia de Misiones.

Minutos antes, el jefe de bancada de UP, Germán Martínez, había denunciado presiones a los diputados. "A este momento no están teniendo las firmas para el dictamen y están haciendo un apriete infernal para lograr las firmas que necesitan. Están ganando tiempo para apretar diputados, como está haciendo el jefe del bloque oficialista", dijo el santafesino. El bloque peronista deberá tener una fuerte discusión interna o se encamina a una nueva división en la votación del proyecto.

El jueves, al recinto

El Gobierno, que en un principio impulsó la eliminación total de las PASO, terminó reformulando su estrategia hacia una suspensión temporal. La modificación responde a la necesidad de alcanzar consensos que le permitan llegar a los 129 votos requeridos para la media sanción en Diputados.

De llegar al recinto, La Libertad Avanza cuenta con apenas 38 bancas propias—con el presidente de la Cámara, Martín Menem, votando solo en caso de empate—, se espera que sume apoyos del PRO (37 votos), el MID (3), Independencia (3), Producción y Trabajo (2) y los monobloques de Creo, Lourdes Arrieta y el MPN, lo que daría un piso inicial de 86 votos. Con este panorama, la clave está en los bloques de la UCR, Encuentro Federal y un sector de Unión por la Patria, cuyos votos definirán el resultado.

El oficialismo mantiene desde hace varios dias negociaciones con distintos sectores para garantizar la sanción del proyecto. En las últimas semanas, el presidente de la Cámara, Martín Menem, junto a referentes del Ejecutivo como el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y el vicejefe del Interior, Lisandro Catalán, encabezaron reuniones con legisladores opositores para asegurar su respaldo.

La UCR se encuentra dividida. Algunos sectores consideran que la suspensión de las PASO podría facilitar el ordenamiento interno del partido, mientras que otros rechazan la medida por considerarla una alteración de las reglas de juego en un año electoral. En Encuentro Federal, el posicionamiento también es heterogéneo. Mientras que legisladores como Juan Brugge, Carlos Gutiérrez, José García Aresca y Alejandra Torres apoyan la suspensión, otros como Emilio Monzó y Nicolás Massot mantienen silencio.

Cómo quedó claro en el plenario, Unión por la Patria tampoco tiene una postura unificada. Algunos legisladores consideran que la suspensión podría ser funcional a sus estrategias internas, mientras que el kirchnerismo rechaza cualquier cambio que implique un retroceso en la participación electoral. En paralelo, el debate sobre la reforma de Ficha Limpia, que impediría la candidatura de Cristina Kirchner, agrega otro condimento al clima legislativo.

Si el oficialismo logra la media sanción en Diputados, la discusión pasará al Senado, donde el panorama es aún más incierto. La falta de una mayoría propia obligará al Gobierno a redoblar los esfuerzos en la Cámara Alta, donde el peronismo conserva mayor capacidad de bloqueo.

El Ejecutivo apura la definición porque, en caso de no lograr la suspensión de las PASO, el proceso de licitación para la organización de las elecciones deberá ponerse en marcha en las próximas semanas. Por eso, la medida fue priorizada dentro del temario de sesiones extraordinarias, que se extenderán hasta el 21 de febrero.

La posible suspensión de las PASO también abre un interrogante sobre la manera en que los partidos definirán sus candidaturas. Sin internas abiertas, las principales fuerzas deberán recurrir a acuerdos internos o enfrentar disputas internas que podrían fragmentar los frentes electorales.

En este contexto, el Congreso se convierte en el escenario de una pulseada que definirá el calendario electoral de 2025. El resultado de este debate no solo impactará en la estrategia de cada espacio político, sino que también sentará un precedente sobre la estabilidad del sistema electoral argentino en años electorales.

La sesión clave para definir el futuro de las PASO será el jueves. Con 86 votos asegurados, el oficialismo necesita al menos 43 más para alcanzar la mayoría. La postura de los bloques dialoguistas será crucial para destrabar la votación y definir si el proyecto avanza hacia el Senado.