El ministro de Economía, Luis Caputo, regresa este fin de semana a Argentina luego de haber participado en Washington de la Reunión Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) sin haber obtenido lo que fue a buscar: más dinero para levantar el cepo y bajar más rápido la inflación.

Sin embargo, y a diferencia de lo que pasaba durante el gobierno de Alberto Fernández, esta vez Argentina no tuvo que pedir una “dispensa” (waiver) por no cumplir las metas pactadas con el organismo, y es más, logró algunos halagos por la baja de inflación y la acumulación de reservas.

El tema central es ¿por qué el FMI le tendría que dar dinero adicional al gobierno de Javier Milei?. En febrero, cuando visitó Argentina la sub gerente del organismo, Gita Gopinath, hizo énfasis “en la necesidad del Gobierno de alcanzar acuerdo duraderos” y preservar “la ayuda social, y repartir la carga del ajuste en toda la sociedad”.

¿Y dónde están esos acuerdos? Luego de cuatro meses de gobierno, y con una gran parte de oposición que busca alcanzar esas coincidencias, Milei no ha logrado aprobar ni una sola ley.

Envió un versión más acotada de la “Ley de Bases” para su tratamiento antes del 25 de Mayo, cuando debería firmarse el Pacto que impulsa el mandatario, pero hasta ahora no hay dictamen de comisión, y si varios pedidos de la “oposición dialoguista” para que se introduzcan reformas.

Solo existen algunos avances en el “paquete fiscal”, ya que, como diría el diputado Miguel Ángel Pichetto, “un baso de agua y un blanqueo no se le niega a nadie”.
En medio de este panorama, quedó muy lejos el pedido de US$ 15.000 millones que pretendía Caputo, a lo sumo puede haber unos US$ 5.000 millones si se realiza un nuevo acuerdo, luego de las revisiones de mayo y septiembre.

“El plan de estabilización de la autoridad ha dado mejores resultados de los que esperábamos, que los que obtuvimos en nuestra última revisión del programa. Tenemos el primer superávit fiscal en una década. Las reservas se renuevan de manera decisiva día tras día. El balance del Banco Central se está fortaleciendo y la inflación, aunque aún alta, está bajando más rápidamente de lo que anticipamos”, dijo el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.

Todo un halago para Argentina, que tiene una larga tradición de no cumplir con lo pactado.