Ahora sólo se habla de Rosario. Pero desde hace décadas el narcotráfico se hizo fuerte en Salta, principal ingreso de la cocaína a la Argentina que se produce en Bolivia y desde allí llega a las grandes ciudades o se exporta a Europa.

Pero con el auge de Los Monos y otra bandas igual de espectaculares por la magnitud de sus movimientos económicos, peleas a los tiros y la guerra declarada contra el gobierno de Santa Fe, la provincia del Norte pasó a un segundo plano, al menos por ahora.

Pero Salta es el territorio de nuestro país que más similitudes puede llegar a tener con México por la penetración del narco en las más altas esferas del poder. Jueces, policías, funcionarios, políticos son alcanzados por el dinero de la droga.

Y como en México, algunos de los crímenes que ocurren en Salta tienen similitudes. Son igualmente brutales y sangrientos. El juicio por uno de los hechos que conmovió a la ciudad capital de la provincia está llegando a su fin.

Este viernes, en el Salón de Grandes Juicios se realizaron los alegatos en el juicio seguido por el doble homicidio de Jonatan Pablo Tolaba y Romina Isabel Zerda, ocurrido el 10 de octubre de 2021 en la Circunvalación Oeste.

Según se dijo durante las audiencias, la joven pareja se dedicaba a la venta de pastillas y otras clases de estupefacientes en fiestas electrónicas. Sus cuerpos fueron acribillados a balazos en la camioneta en la que viajaban.

Por el hecho están siendo juzgados Kalil Ezequiel Chejolán, Julián Bautista Bubroski y Ricardo Alberto Galarza, imputados por homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, por el uso de arma de fuego (dos hechos), en concurso real. En causa acumulada, Chejolán y Bubroski también están acusados por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.

Los tres fiscales que intervienen en la causa solicitaron para los imputados Chejolán, Bubroski y Galarza la pena de prisión perpetua como coautores de homicidio homicidio agravado por el concurso predeterminado de dos o más personas por ser cometido criminis causa y por ser cometido con arma de fuego (dos hechos), en concurso real.

En relación a la causa de comercialización de estupefacientes en la que se encuentran imputados Chejolán y Bubroski, se solicitó que se los condene como autores del delito y que se les aplique la multa correspondiente.

Un perito de la policía provincial dijo que del análisis de las declaraciones de testigos incorporadas al expediente del doble homicidio, y de las comunicaciones recuperadas de los celulares, surgió que Chejolán y Bubroski eran proveedores de sustancias estupefacientes.

 En los teléfonos figuraban mensajes que hacían alusión a la venta y al consumo de drogas. Aclaró que ninguno de los dos estaba siendo objeto de investigación por parte de fiscalía especializada en esos delitos.

En cambio, Tolaba estaba siendo investigado por el presunto delito de comercialización de drogas sintéticas en fiestas electrónicas. Según la información reunida hasta entonces, se sabía que llevaba a cabo esa actividad junto a su pareja, Romina Zerda, y que tenía otras personas que lo ayudaban a vender.