En el gobierno repiten que el precio de la mayoría de los bienes y servicios de la economía está fijado por el dólar oficial y que si el blue llega a los 200 pesos “eso no afecta la dinámica inflacionaria”. Pero la frase no convence a muchos del equipo económico actual, que saben que una crisis cambiaria podría empeorar más los resultados electorales del 14 de noviembre. Los sectores mas afectados, la construcción, el minorista y el textil, donde trabajan los 4 millones de votos que debe seducir el FDT para esta elección.

En Palacio de Hacienda y en el Banco Central ya miran con descontento y con alerta la posibilidad de que el nuevo piso del dólar blue este en torno de los $200. La preocupación más grande no es solo por las expectativas devaluatorias que impulsan un dólar blue por arriba de ese otrora techo, sino el problema que causa en varios sectores que tienen el grueso de su facturación en negro. El tema central en esos sectores es el costo de reposición el cual tradicionalmente se hace a valor del dólar blue y de esa manera impulsa directamente a la inflación o aún peor al desabastecimiento. 

Lo cierto es que el actual récord de $197 del blue no tranquiliza al mercado, a pesar de las declaraciones de la portavoz Gabriela Cerruti en conferencia de prensa esta mañana, quien dijo que el blue “se mueve por expectativa y rumores. No creemos que la suba tenga que ver con nada real a lo que pasa en la economía. No agiten el fantasma de la devaluación, no va a suceder", afirmó. En el mercado, en tanto, están expectantes. 

Pero no solo en el mercado. En la Casa Rosada recuerdan que de los últimos seis comicios  con PASO desde el 2011- tres presidenciales y tres de medio término-  el oficialismo ganó con dólar blue relativamente barato: presidenciales de 2011 y las de medio término de 2017. Si se compara el dólar blue con el de hoy, en ese momento se ubicó en octubre de 2011 a $102, y a fines del 2017 tuvo una cotización equivalente a $85 presentes por cada dólar.

En 2015 como en 2019, ambas elecciones presidenciales, el oficialismo fue superado por la principal fuerza de oposición. Y el dólar blue tenía una brecha bastante menor a la actual, donde ya supera el 90 por ciento. Números que preocupan y mucho al oficialismo y la Casa Rosada, más allá del Palacio de Hacienda y el BCRA.

La portavoz Cerruti afirmó también frente a periodistas que "el dólar blue se maneja por expectativas y estaría bueno que los que manejan eso tendrían que tener en cuenta que influye en la vida de los argentinos".  Y los comerciantes parecen saberlo: con una brecha entre el oficial y el blue de 97%, el contagio a precios es automático.

De hecho, en muchos corralones de la provincia de Bs As ya “congelan” los precios de los insumos de la construcción a 200 pesos. Lo mismo pasa en el sector textil y el minorista -como el de los juguetes, por ejemplo- lo que amenaza con fogonear más la inflación de noviembre y diciembre por arriba del 3%. Una muestra de la “profecía autocumplida” que suelen ser las expectativas en la economía.