En el mercado creen que la demora en aprender a manejar bien el nuevo sistema SIRA que reemplaza al anterior (SIMI), sumada a que el Banco Central podría terminar con el fin de los pagos anticipados en breve, junto con los cupos de importación, hace que muchas empresas se larguen a comprar dólares Contado con Liqui para importar. La necesidad de dólares haría que muchos importadores y empresas que tienen pesos y en fondos comunes de inversión cause un alza de los dólares financieros. 

De hecho, si se acaban los pagos adelantados, podría generar un freno de las importaciones, en parte por la suba de la demanda de quienes pierdan el cupo para importar y para quienes especulan con un nuevo dólar oficial por segmento (Soja, Coldplay, etc). De cualquier manera, las importaciones podrían verse relativamente detenidas por mas de 90 días, con lo que se espera que suban el blue, el MEP y el CCL. 

El posible alza de los dólares financieros y el blue no es un problema menor para la cartera que conduce Sergio Massa: en Economía esperan que el alza en los CCL y MEP para sostener las importaciones lleven a una transmisión al alza de los precios. La falta de un ancla cambiaria hace que la inflación, ya desbocada, golpee en las expectativas de las discusiones salariales y repercuta acortando el período de paritarias, aumentando también la emisión monetaria, en una mercado en donde la brecha entre el dólar oficial y el blue no baja del 99 por ciento. 

El problema de la aceleración de los precios es grave para el gobierno, que sabe que las 36 consultoras que pronostican en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) proyectan una inflación del 94% anual. Pero lo cierto es que algunos en el mercado no están tan asustados y sostienen sus posiciones en pesos hasta diciembre. Dicen estos analistas que pasarse a dólares no es tan urgente y que si bien la inflación de los últimos 12 meses es del 83% y el aumento del dólar mayorista el 49,2%, el atraso cambiario es fuerte pero no tan grave mientras la tasa efectiva de los plazos fijos siga siendo del 107% anual. 

Lo que sí preocupa es que en los los últimos meses fue aumentando el stock de pasivos remunerados del Banco Central y en el último trimestre promedió los $7.26 billones, esto representa 7,7% del PBI. El  "Dólar Soja", por ejemplo, causo una expansión por el orden de los $430.000 millones o 0,5% del PBI. Y si bien los pasivos que paga el BCRA por la colocación de deuda están lejos de los más de 10 puntos del PBI (máximos en el siglo XXI) de la primera parte del año 2018 o los casi 9 puntos del PBI de mitad del 2020, no son pocos los que piensan que los problemas graves están a la vuelta de la esquina. O acaso un poco mas cerca.