Las exportaciones agrícolas alcanzaron durante marzo los U$S 1.501 millones, lo que representó una suba del 22% en relación al mismo mes de marzo del año 2023 y una mejora del 61% en relación al acumulado de este año en comparación con el año pasado.

La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 48 % de las ventas al exterior, destacaron a través de un comunicado que “el ingreso de divisas del mes de marzo es el resultado del nuevo régimen de dólar exportador vigente desde diciembre de 2023, de los magros precios internacionales y de los movimientos macroeconómicos del nuevo gobierno que impactan sobre las decisiones de venta de la oferta de granos”.

En este último renglón se destacan cobrarle una sobre tasa a quienes tomen créditos bancarios y retengan más del 5% de su cosecha, o el aumento de impuestos tanto para la exportación como para la importación de insumo. 

La exportación de granos “sigue trabajando con altos niveles de capacidad ociosa, así como la industria aceitera, padeciendo márgenes negativos permanentes”, advirtió Ciara-CEC.

El aumento del 22% internual de las exportaciones agrícolas durante febrero dista mucho del 133% que había registro en febrero, lo que podría estar dando una pauta de que los productores retienen la venta de granos a la espera de un mejor tipo de cambio en el ámbito local, una reducción de impuestos, o una mejorar en los precios internacionales que cayeron más del 20% desde diciembre.

Por eso, la semana pasada, las entidades del campo deja atrás la cautela que venían manteniendo con el gobierno de Javier Milei y exigieron una rebaja de retenciones para encarar la próxima cosecha, porque sino se verá amenazada su rentabilidad.

La Mesa de Enlace apuntó a “la alta carga impositiva, que se lleva el 65 % de la renta en general “ y al “aumento en los costos de producción” entre ellos “el Impuesto PAÍS, aplicado la importación de insumos dolarizados”.

Todos estos movimientos se dieron en medio de precios internacionales de los granos que están muy lejos de los máximos del 2021 y 2022, y una cosecha que no alcanzará los niveles récord esperados, después de la sequía del 2023.