En febrero de este año, Aníbal Lotocki fue condenado a cuatro años de prisión al considerarlo responsable de las lesiones graves que sufrieron cuatro pacientes suyas luego de haberles realizado distintos procedimientos quirúrgicos. Casi al mismo tiempo, el "cirujano de las famosas” inició una causa en el fuero criminal y correccional de la Ciudad de Buenos Aires donde buscaba invalidar no solo el testimonio de las denunciantes sino también lo que dijeron los principales testigos en el debate. Su estrategia falló: la denuncia fue desestimada este mes.

“Tengo por acreditado que Aníbal Rubén Lotocki, realizó intervenciones quirúrgicas a Silvina Luna, Stefania Xípokitakis ,Gabriela Trenchi y Pamela Sosa, colocándoles en su cuerpo un producto de relleno del cual sólo se sabe que contenía microesferas de PolimetilMetacrilato, en zonas y cantidad no aconsejadas, produciéndoles con ello lesiones, al generarles granulomas. El reproche penal consiste en tener por probado que, dolosamente, calló u ocultó intencionalmente lo que era su obligación informar. No les advirtió que en las intervenciones quirúrgicas que iba a efectuar con PMMA, se podían generar granulomas y las consecuencias aún más lesivas que ello podía traer aparejado para las cuatro pacientes”, dijo el juez Carlos Rengel Mirat.

“De haberle dicho a las cuatro damnificadas que la intervención que les iba a efectuar implicaba la posibilidad de generar granulomas, como así también las consecuencias que ello podría implicar en su organismo (bulto permanente en el cuerpo, imposibilidad de extracción, posible influencia en otros problemas de salud, como ser hipercalcemia, etc.), es probable que desistieran en su interés por operarse, tal cual lo mencionaron en sus declaraciones testimoniales las querellantes”, explicó en los fundamentos de la sentencia.

No solo se basó en los testimonios de las querellantes: hay dentro de esa condena evidencias y otras declaraciones clave, como las de médicos y expertos que criticaron duramente los procedimientos llevados adelante por Lotocki. “Eran horribles, tanto el plan quirúrgico como el consentimiento que hacía firmar”, dijo en el juicio un ex médico forense, que puntualizó sobre la falta de responsabilidad del acusado.

Lotocki denunció a todos: a Sosa, Luna, Trenchi y a Xipolitakis pero también a cinco profesionales que declararon en el debate y que desde su experiencia y “expertise” en el tema resultaron claves para desarticular las excusas que puso el médico al respecto de la atención que les brindó a las cuatro mujeres. 

Lo que Lotocki pedía es que todas esas personas fueran investigadas por estafa procesal y falso testimonio, justamente por lo declarado. Radicada la denuncia en el Juzgado en lo Criminal y Correccional N°35 bajo el número 6364/2022, fue directamente desestimada a comienzos de agosto. 

Aunque todavía le queda la posibilidad de que la Cámara de Casación Nacional revise la condena que le fijaron, a este revés que obtuvo cuando buscó invalidar las declaraciones se le suma los avances en otra causa donde se lo involucra. Se trata del expediente donde se investiga su responsabilidad en la muerte de Cristian Zárate, un hombre de 50 años al que Lotocki operó y que falleció horas después.

Allí, está procesado por entorpecer la investigación: se probó que alteró de múltiples formas la historia clínica del paciente y que le realizó un procedimiento quirúrgico en un lugar donde existían todas las irregularidades posibles. El procesamiento, confirmado por la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, es por el delito de alteración de prueba, previsto en el artículo 255 del Código Penal y que tiene una pena que va de un mes a cuatro años de prisión para toda persona que robe, altere, oculte, destruya o inutilice objetos destinados a ser prueba ante una autoridad.

Hay que destacar que en este expediente se descubrió que Lotocki “no posee título de especialista en Cirugía General ni tampoco la especialidad de Cirugía Plástica y Reparadora”. A pesar de eso, su sello dice “cirujano”. Ambas especializaciones son las que llevaba adelante en la clínica CEMECO, centro médico donde fue intervenido Zárate y que ni siquiera tenía un director médico responsable a cargo.

El año pasado, Data Clave reveló que quién figura como director de CEMECO sufrió un ACV en 2017 que le dejó secuelas físicas que le impiden llevar adelante su trabajo. Incluso cuando se confirmó el procesamiento de Lotocki por alterar documentación, la Cámara del Crimen recordó que la clínica terminó clausurada por el Ministerio de Salud ante la cantidad de irregularidades.

No obstante, en lo que se avanzó ahora tiene que ver con la responsabilidad en la muerte. Luego de varios meses (por distintas complicaciones ajenas a quienes llevan adelante la investigación), se logró concretar con una evidencia fundamental: el informe médico forense. Allí, se contestaron varias de las dudas que tenían desde Tribunales al respecto de las irregularidades detectadas en la atención.

Falta de controles, ausencia de registros, un posible mal desempeño son varias de las cuestiones que se desprenden del informe firmado por cinco médicos forenses. Tras esto, se espera que la causa avance con el objetivo de determinar con la mayor certeza posible el motivo por el que Zárate no sobrevivió a la cirugía estética. Los próximos meses serán clave.