“Duelen los pies la verdad, llevamos mucho tiempo caminando y fueron muchas cuadras, pero la verdad que valió la pena el cansancio. Apenas si podíamos entrar por momentos, muy apretados por la cantidad de gente pero el acto de lectura del documento hizo sentir que el corazón latía de otra manera, creo que todos los que estamos acá sentimos que formamos parte, aunque sea con un granito de arena, de algo histórico”, resumió Luis Alberto de 54 años, sociólogo y docente de enseñanza media que participó ayer de la marcha. “Esto que me pasa a mí estimo que lo deben sentir los cientos de miles que estamos acá formando parte de la Marcha Federal Universitaria, y a los muchos miles que formaron parte en distintos puntos del país como Córdoba, La Plata y Rosario”, agregó.

“Era tanta la necesidad de salir a defender a la educación pública en su conjunto que, ni la amenaza de la nefasta ministra de Seguridad Patricia Bullrich de implementar su violento protocolo, pudo frenar el empuje de una multitud decidida a salvaguardar la calidad educativa de la que el presidente pretende privarnos con sus medidas”, aseveró un trabajador de la Secretaría de Educación del Ministerio de Capital Humano que prefirió no decir su nombre por temor a represalias en su ámbito laboral. 

Desde las 15:00, el microcentro se volvió ayer intransitable para los automóviles y colectivos. Tanto la avenida Corrientes, la avenida de Mayo, la avenida Rivadavia, la calle Bartolomé Mitre, la avenida Callao y la avenida 9 de Julio quedaron bloqueadas por los miles de manifestantes que las convirtieron en peatonales. No se aplicó protocolo ni se vio tampoco demasiada presencia policial. En ese sentido, cabe señalar que mitad de los legisladores porteños presentaron una nota conjunta en la que se le pidió a Jorge Macri evitar la participación de las fuerzas federales. 

Pese a no defender la causa de la marcha, el jefe de gobierno porteño se vio obligado a aceptar. Abuelas, nietos, hermanas, padres, madres, hijas, personas de todas las edades se manifestaron pacíficamente en contra del ajuste a la educación que lleva adelante el gobierno libertario. Desde la Confederación General del Trabajo, estudiantes de universidades privadas, y hasta la presencia del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, coincidieron en lo que fue un hito histórico.

El ingenio a la hora de las producciones de carteles, representaciones artísticas, y afiches no faltó a la marcha. Hasta un joven emuló al gran Carlitos Bala con su histórico perro Angueto (un perro invisible), pero en este caso paseando a Conan.

“La Argentina, a la cual Milei empobrece todos los días, era hasta hoy un país ejemplar a la hora de las políticas de educación pública. La Universidad de Buenos Aires es de las más premiadas en la región, y todas las universidades del país son fundamentales para poder llevar a cabo la tan anhelada movilidad social ascendente. Todo esto, sumado al pensamiento crítico y el desarrollo de la ciencia es lo que quiere destruir este gobierno”, declaró Agustina, una joven estudiante de derecho de la UBA.

En un mismo sentido se lamentó Joaquín, estudiante de economía de la Universidad Nacional de La Plata: “este gobierno desfinancia la educación pública mientras sigue invirtiendo en aviones de hace más de 40 años, licuando jubilaciones, generando nuevos pobres, aumentándole el sueldo a la casta y fomentando que los empresarios fuguen dólares”.

En el acto central en Plaza de Mayo, Taty Almeida, dirigente histórica de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, fue la primera de las oradoras y habló en nombre de todas las Madres de Plaza de Mayo y de la mesa de organismos de derechos humanos. “No solo estoy como madre, sino también como docente, porque yo también caí en la escuela pública. Hay que defender las enseñanzas públicas, las universidades, porque es uno de los derechos humanos el derecho a la educación”, señaló. A continuación, se entonó en la plaza el himno,

Por su parte, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel expresó desde el escenario: "Defendemos la Universidad pública, libre y gratuita. Es una de las grandes conquistas de nuestro pueblo y no vamos a renunciar". Desde la Unión de Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero apuntó a las políticas de Milei al afirmar que "lo que hay que hacer es cumplir, financiar y aprobar las leyes"

Luego en su discurso, Carlos De Feo, Secretario General de la Federación Nacional de Docentes Universitarios recordó la titánica historia de lucha universitaria. “La universidad argentina supo, desde hace más de 100 años, luchar junto al pueblo y sus trabajadores. Lo demostró en la Reforma Universidad, con la gratuidad universitaria, también durante la noche de los bastones largos, y dando la vida de miles de estudiantes, docentes y no docentes que lucharon en la noche negra de la dictadura”, remarcó. También desde el CONADI, Oscar Vallejos fue crítico y sostuvo: “esta plaza lo que demuestra es que es inadmisible que el presidente quiera destruir una de las instituciones más importantes de nuestra sociedad para garantizar igualdad y solidaridad". El último orador antes de la lectura del documento oficial fue Norberto Heyaca del sindicato de docentes universitarios FAGDUT, quien sostuvo que “la universidad pública no es parte del problema, es parte de la solución”.

El cierre con la lectura del documento oficial fue un resumen del objetivo de la marcha. "Todos los problemas que tenemos, se resuelven con más educación y Universidad pública, con más inversión en ciencia y tecnología. Queremos que nuestras instituciones sean el dispositivo que le permitan a la Argentina desandar las desigualdades estructurales y emprender la senda del desarrollo y la soberanía. La educación nos salva y nos hace libres. Convocamos a la sociedad argentina a defenderla”, se señaló.

Como contrapartida, una vez finalizada la marcha el presidente Javier Milei publicó una imagen en sus redes sociales donde un león bebía de una taza que dice “lagrimas de zurdos”, lo que terminó convirtiéndose en una señal de desatención y burla al reclamo popular.