Más de 500 gendarmes allanaron 39 domicilios en forma simultánea en la villa 1-11-14, en el Bajo Flores, y detuvieron a 24 personas que ocupan inmuebles por la fuerza y desalojaban a sus ocupantes con el fin de comercializar estupefacientes, acopiar de armas de fuego y mantener el control de un determinado sector del barrio.

Según se informó, para llevar a cabo sus objetivos, los involucrados amedrentaban a los vecinos y los amenazaban de muerte utilizando la violencia física y amenazas con armas de fuego de distintos calibres, automáticas y semi automáticas.

Los operativos estuvieron a cargo de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Cinturón Sur”, con el apoyo de otras Unidades de la Fuerza, que cumplieron con las medidas judiciales ordenadas por la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) y con intervención del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 16, el Juzgado de Primera Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas N° 8, como así también de la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de delitos vinculados con estupefacientes (UFEIDE).

Los gendarmes concretaron el registro simultáneo de 39 domicilios del Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli, antes llamada villa 1-11-14, como resultado de tareas investigativas en relación a la usurpación de viviendas a través del amedrentamiento, utilizando la violencia física y amenazas con armas de fuego, a fines de mantener el control criminal de un determinado territorio para la instalación de bocas de expendio de estupefacientes (búnkers).

Las pesquisas le permitieron a los gendarmes detectar la forma de operar de un grupo criminal organizado, conocido como “Los Marolas”, quienes desde hace años se habían apoderado del control de las ventas de drogas, ajustes de cuenta y otras actividades criminales, en uno de los sectores del barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Se logró determinar que el jefe de la banda dirigía y daba órdenes vinculadas a la venta de drogas dentro del barrio, mientras que su esposa e hijos reclutaban gente, controlaban los “búnkers”, se encargaban de la recaudación del dinero producido por la actividad. Asimismo, mantenían atemorizados a los vecinos mediante amenazas con armas.

La Fuerza desplegó un operativo integrado por 500 efectivos y en los allanamientos decomisaron 6 kilos 266 gramos de “cannabis sativa”, 750 gramos de cocaína, 78 semillas y tres plantines de marihuana, 5 gramos de pasta base,  5 gramos de pastillas, un troquel de LSD, tres pistolas calibres 9 mm, un revólver calibre 357, seis cargadores para diferentes armas de fuego, 3.200 dólares estadounidenses, 5.675.170 pesos argentinos, 62 teléfonos celulares, equipos de comunicación, cuatro balanzas de precisión, entre otros elementos y documentación para la causa.

Asimismo, los uniformados detuvieron a 24 personas, 15 hombres y nueve mujeres, logrando desbaratar la organización delictiva.