Sigue muy fuerte la tensión en Ucrania por la invasión de Rusia: mientras las tropas de Vladimir Putin están cada vez más cerca de conquistar Kiev, el presidente de los Estados Unidos aterrizó en Ucrania para reafirmar su posicionamiento político.

El mandatario norteamericano, Joe Biden, aterrizó hoy en Rzeszow, Polonia, a 80 kilómetros de la frontera con Ucrania, poco después de las 14 hora local (las 10 en la Argentina). Tiene previsto quedarse dos días con una agenda ya premeditada. En primer lugar, se reunirá con soldados estadounidenses. Luego viajará a Varsovia, donde hablará con los líderes polacos y visitará un centro de recepción de refugiados ucranianos que huyeron de la invasión rusa.

Biden tiene previsto concluir mañana su visita -que se produce un mes después de que el presidente ruso Putin lanzara la guerra contra Ucrania- con un discurso que la Casa Blanca promete que será "importante" y "significativo".

Su consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, recordó este viernes que Estados Unidos tenía unos 10.500 militares apostados en Polonia, y subrayó la promesa del presidente estadounidense de "defender cada centímetro del territorio de la OTAN".

Este último movimiento del presidente norteamericano no cayó bien en Rusia, a tal punto que Vladimir Putin está al borde de hacer una "declaración de guerra" a gran escala.

En tanto, sigue en aumento los números de soldados abatidos. Las tropas ucranianas perdieron más de 14.000 efectivos y unos 16.000 resultaron heridos desde el inicio de la invasión rusa, anunció hoy el jefe de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor General ruso, Serguei Rudskoi, luego de admitir que del lado propio se llevan contabilizados 1.351 militares muertos.

"Tras un mes de actividades militares, sus bajas ascendieron a unas 30.000 personas, de ellas más de 14.000 murieron y unas 16.000 resultaron heridas", dijo Rudskoi.

De su lado, la OTAN estimó el miércoles las bajas militares rusas entre 7.000 y 15.000 soldados muertos.