Seis semanas de estricto confinamiento finalizaron este domingo en Israel, restricción que no pudo detener los contagios, que acumulan 7.000 casos diarios aproximadamente con una tasa de 8% de positividad.

Al inicio de esta cuarentena la positividad era del 4% y 4.000 eran los casos diarios. Además, el Gobierno avanza con uno de los más avanzados cronogramas de vacunación contra el coronavirus, al haber inmunizado ya al 20% de su población. 

En este contexto, generó nuevamente malestar la conducta de los ultra ortodoxos, que este domingo realizaron un funeral multitudinario tras la muerte del rabino Jaim Meir Wazner -falleció tras contraer Covid-19- en Bnei Brak. Fueron miles los participantes de este evento, que asistieron sin barbijos ni distanciamiento. 

No es la primera vez que esto ocurre, el pasado 1 de febrero 10 mil judíos ultraordoxos se reunieron para despedir al rabino Meshulam Dovid Soloveichik. 

En el caso de la ceremonia celebrada este domingo, la policía local había entrado en contacto con los organizados para evitar grandes aglomeraciones, mientras que las autoridades municipales de Bnei Brak aportaron barbijos, pero nada esto fue respetado o utilizado.