La exministra de Defensa, Penny Mordaunt, es una de las candidatas con mejor imagen pública para ocupar el lugar que dejó Boris Johnson tras renunciar como primer ministro de Reino Unido a raíz de la desaprobación de su propio gobierno con una ola de renuncia de ministros y funcionarios.

La imagen no corresponde en este caso a la opinión pública, sino a la aceptación de sus propios compañeros de gestión que forman parte del Partido Conservador. Según las últimas cifras, el primer lugar en estos momentos lo ocupa extitular de Economía británico Rishi Sunak con 101 apoyos, mientras que Mordaunt le sigue con 83.

Esas cifras indican que ambos han aumentado su respaldo entre sus compañeros de filas, después de que ayer, en la primera votación, consiguieran 88 y 67 votos, respectivamente. En cambio, de los seis candidatos que pujaban hoy por continuar en liza en el camino al liderazgo tory, quedó eliminada la abogada general del Estado, Suella Braverman, con 27 votos.

El todavía primer ministro en funciones, Boris Johnson, se vio forzado a dimitir el pasado día 7 después de que casi 60 miembros de su Ejecutivo renunciasen en masa en protesta por su gestión y los escándalos que salpicaron su liderazgo, como las fiestas en la residencia de Downing Street durante la pandemia.

Penny Mordaunt, la mujer que podría reemplazar a Boris Johnson y que es criticada por sus rivales

Con esta votación, Mordaunt, una candidata de bajo perfil, se instaló entre las favoritas y comenzó a recibir los embates de sus rivales. Vale destacar que la dirigente política cuenta con el apoyo de las bases del conservadurismo, que son las que en última instancia definen quién será el próximo primer ministro.

Mordaunt, que tiene un cargo de secretaria de Comercio de menor rango que otros candidatos, no está salpicada ni por la serie de escándalos que terminaron con la dimisión de Johnson ni con polémicas como la que afecta a Sunak después de que se revelara el estatus fiscal especial del que disfruta su esposa, que le permitía evitar la declaración de ingresos en el extranjero al fisco británico.

Entre las críticas opositoras, a la exministra de Defensa la acusan de "panquequear" en su postura sobre la situación con el colectivo trans, a quien apoyó en sus inicios y ahora cuestiona para relanzar su campaña. Además, otros enemigos la bautizaron como "Penny a tiempo parcial", afirmando que no se ha tomado en serio sus funciones.

Uno de los ataques más duros llegaron de parte del exministro para el Brexit, David Frost, que trabajó como su superior en las negociaciones. "Yo sentí que ella no dominaba los temas en las negociaciones" con Bruselas sobre Irlanda del Norte, afirmó.