En el lapso de casi tres años desde que comenzó la pandemia hasta la fecha límite del atentado a Cristina Fernández de Kirchner que las dio informalmente por finalizadas, se sucedieron diversas manifestaciones que empezaron como protestas contra las restricciones de circulación para evitar la transmisión del covid y que terminaron con horcas y guillotinas “ejemplificadoras” hasta amenazas y violencia física contra diferentes referentes políticos vinculados al gobierno de Alberto Fernández

El epítome de esa escalada de violencia sucedió la noche del 1° de septiembre de 2022, cuando Fernando Sabag Montiel disparó un arma a centímetros de la cabeza de la vicepresidenta en ejercicio.Una o dos marchas fueron multitudinarias y concentraron a buena parte del arco político opositor del momento: confluyeron en Plaza de Mayo al lado de la guillotina con la que hicieron su presentación social los líderes de "Revolución Federal" desde Patricia Bullrich y Gerardo Millman hasta Martín Lousteau o Luis Brandoni

Pero hubo otros momentos en que las manifestaciones fueron más pequeñas: quema de barbijos en el Obelisco, antorchas arrojadas contra Casa Rosada, o pequeños actos frente al Congreso. Cambiemitas, liberales, conservadores, nacionalistas, conspiranoicos, terraplanistas, dementes e independientes coincidieron en un mismo espacio bajo cierta inspiración común. 

Los reclamantes eran, en general, un conglomerado de rotos con posturas extremas, la mayoría sueltos, y unos pocos organizados en precarias estructuras políticas que fuera de los grandes partidos, era cuasi anárquicas, que se oponían fundamentalmente a las medidas de gobierno con respecto a la pandemia, que muchos de ellos negaban. 

A estos últimos, pertenecían los liderados por el marplatense Nicolás Mercau, un hombre que había pasado de dar charlas sobre veganismo a interactuar con los nazis liderados por Carlos Pampillón en la ciudad balnearia, hasta que formó su propia corriente política con intenciones de partido: la "Fuerza UnidAria Argentina"

"Fuerza unidAria Argentina", los amigos neo-nazis de Milei que hoy militan el ajuste libertario

El nombre elegido ya es toda una declaración de principios. La primera sede la abrieron en Barracas, en un espacio cedido por un militante al que ellos mismos llamaban "el mongo", por ser un tanto limitado intelectualmente y muy próximo a donde luego se nuclearían los llamados "Copitos" para armar sus estrategias de mercadeo de algodón de azúcar. 

Luego encontraron un sitio propicio en La Plata: la casa de José Derman y en donde también vivía otro líder del grupo, Sebastián Poch, y fundaron el "Centro Cultural Kyle Rittenhouse". El nombre elegido era en homenaje al joven que en agosto de 2020 y durante revueltas en Wisconsin en protesta por el crimen de un afroamericano a manos de la policía, asesinó a dos hombres e hirió a un tercero; crímenes por los que fue absuelto. Los supremacistas blancos estadounidenses tomaron al muchacho como un símbolo propio.

Tucker Carlson, el famoso presentador que viajó a la Argentina para entrevistar a Javier Milei cuando era candidato a presidente; también reporteó a Rittenhouse y lo presentó como "brillante, decente, sincero, obediente y trabajador... exactamente el tipo de persona que querrías tener más en tu país". Rittenhouse y su madre también fueron recibidos por Donald Trump: se reunieron en Mar-a-Lago, la finca de Trump en Florida.​ Trump lo llamó "un joven realmente agradable" y los dos se tomaron una foto juntos.

La relación con Milei

Sebastián Claus Furlán es grandote, tiene movimientos torpes, calza gafas de grueso marco negro, un personaje muy identificable en las manifestaciones porque, además, gusta de hacer declaraciones ante los micrófonos o, en otras ocasiones, arrebatarlos de las manos del cronista que lo porta y romperlos contra el piso, como hizo en una marcha anti-cuarentena durante 2021 y también contra el periodista Lautaro Maislin.

Furlán es empleado de la Auditoría General de la Nación. El 21 de diciembre de 1988, cuando tenía catorce años, fue con otros pibes a jugar a un predio semi abandonado que pertenecía al Ejército Argentino y que no tenía ningún tipo de cerco perimetral que impidiera el paso. Se colgó de un travesaño oxidado, y una enorme estructura de hierro cayó sobre él, le causó severos traumatismos, y empezó su calvario. Lo operaron en un hospital público, estuvo en coma, empezó una lentísima rehabilitación en reparticiones estatales, pues era una familia obrera sin cobertura médica privada. 

En 1990 el padre de Sebastián, Danilo Furlán, inició un juicio al Estado. La causa fue farragosa y lenta, y pasaron diez años hasta que tuvo una sentencia favorable para el pibe quien, para entonces, había pasado por dos intentos de suicidio y una causa en su contra por golpear a su abuela. Finalmente, a partir de 2003 y con la llegada del kirchnerismo, cobró un resarcimiento en bonos, y dejó de vender perfumes puerta a puerta para tener un empleo en el Estado, más una pensión por invalidez. Sebastián tiene la tranquilidad de poder mantener de por vida a su esposa y dos hijos, tener cubierta la salud y disfrutar de un trabajo estable, vacaciones, aguinaldo, centros recreativos y demás. Nada extraordinario, solo lo justo.

Pero el hombre, en el ínterin, se vinculó con Mercau, Poch y Derman en la primera marcha en la que participó el 25 de marzo de 2020. Pronto hicieron migas entre ellos, y con otros. Tan es así que tuvieron varias acciones coordinadas con Jonathan Morel, Gastón Guerra, Leonardo Sosa y Nilo Medina de "Revolución Federal", especialmente en los escraches a políticos y referentes. Furlán aparece en primer plano, por caso, en el violento escrache contra Sergio Massa el día que debía jurar como ministro, acompañado de Guerra. Allí también los dos increparon al periodista Maislín, de C5N.

Paralelamente, Milei ya era una figura pública, y estaba en plena campaña para ser diputado. Los actos se sucedían, acompañado por los integrantes del llamado "Ministerio del Odio", los influencers conocidos como "El Presto", "Tipito Enojado", Álvaro Zicarelli, “El Negro” Almeida, Hernán Carrol y "Dannan", ninguno de ellos caracterizado por tener ni la menor simpatía por todo aquello que entre en su visión binaria de la vida: todos los que no piensan como ellos son "zurdos". En muchos de sus actos pueden verse, entre el público, a los integrantes de "Revolución Federal" como Sabrina Basile o a la misma Brenda Uliarte, que luego intentara asesinar a la vicepresidenta.

Los integrantes de “Fuerza UnidAria Argentina” 

Poch habla con acento español-catalán como si recién hubiera llegado del otro lado del mar, aunque jamás salió de su Lanús Natal. Actualmente vive en Santa Fe y es un fervoroso militante mileista, pero no oculta su discurso nazi: considera que hay una "raza superior" a la que él pertenece, blanca, que está siendo cuestionada y arrinconada por inmigrantes, feministas, zurdos y judíos. Todo su discurso, en videos que sube a su canal de Youtube y redes sociales va en esa sintonía, y en paralelo el apoyo irrestricto al liberalismo y al presidente.

Hasta fines de 2022 vivió junto a su esposa en el mismo centro cultural de la calle 5 entre 64 y 65 en el barrio del Mondongo en La Plata, donde se encargaba del bar y de dar algunas charlas reivindicando al Tercer Reich. En el Centro Cultural pintó murales de Trump, Jair Bolsonaro, Milei, Mohamed Alí Seineldín, Ricardo Iorio, Novak Djokovic y Mario Malevo Ferreyra y de todo aquel que en alegre montón logre su admiración y la de sus socios. En 2022 tuvieron la visita de Roberto García Moritán, más conocido como "El marido de Pampita" y de algunos representantes de Patricia Bullrich, que promocionaron en sus redes.

Mercau se presenta en Instagram como “Dirigente Unidario, Filósofo político, Investigador, Indiguista, Vegetariano, Avenindigo, Manganimeka, experto en Animé, Técnico de Pc y Sociólogo de Oficio”. O sea, es técnico de pc con severas ínfulas de titulaciones. Fue un activo militante de "Salvemos las dos vidas", y se lo vio en funciones de liderazgo en las marchas encabezadas por un feto gigante sobre un carrilín. Portaba constantemente una bandera que decía "Con mis hijos no te metas", pero no tiene hijos con los que alguien podría meterse.

Milei, Poch y Mercau
Milei, Poch y Mercau

En realidad no se llama Nicolás Mercau, sino Nicolás Alfredo Chivirino y bajo su nombre real registró como marca el nombre "Fuerza UnidAria Argentina" el 15 de marzo de 2021. Los miembros de la agrupación, que de acuerdo a las fotos no son más de quince, visten invariablemente camisas grises de Grafa y corbatín negro y marchaban contra la “plandemia” orquestada por "El nuevo orden mundial, femibolches y zurdos mafiosos" (sic). No escatima fotos posando junto a Agustín Laje y a Viviana Canosa, en total coincidencia con todos y cada uno de los personajes que aquí mentemos.

José Derman, el director del Centro Cultural, es una persona rota. No hay otro modo de describir su historial emocional e intelectual. Es hijo de una pareja de exdetenidos desaparecidos durante la última dictadura cívico militar. Su madre, Cristina Gioglio, quien falleció hace tres años, declaró en varias causas por delitos de lesa humanidad y era un activa militante feminista en La Plata. Su padre, Alberto Derman, fue secuestrado dos veces y también declaró como testigo. Cursó primer año de Sociología en la Universidad Nacional de La Plata, donde también tuvo conflictos con docentes, compañeras y compañeros por sus discursos nazis y machistas. “Ni 30.000 desaparecidos, ni 30.000 víctimas”, “No fueron 30.000 los desaparecidos, pero sí fueron 21.642 los atentados terroristas perpetrados en la década del ‘70 por Montoneros y el ERP”.

"Fuerza unidAria Argentina", los amigos neo-nazis de Milei que hoy militan el ajuste libertario

Derman tiene varias denuncias por hostigamiento, amenazas y acoso hacia activistas feministas a través de las redes sociales. “Este señor es José Derman y hace meses me viene amenazando, y enviando fotos y videos de sus genitales a mí y a muchas otras mujeres, principalmente feministas”, escribió en X la abogada especialista en violencia digital Florencia Zerdá en noviembre de 2021. 

A pesar de tener varias denuncias por este tipo de violencia de género en su contra, en julio de ese año la justicia porteña lo declaró inimputable en la causa en la que se lo investigaba por “hostigamiento digital”. Según el informe pericial psicológico y psiquiátrico, Derman presenta un trastorno “delirante paranoide” dentro de un retraso madurativo leve por lo “no puede comprender la criminalidad de sus acciones”.

La noche del 1 de septiembre de 2022 José Derman fue de los primeros en hacer público, en un video, su desazón porque el atentado contra la vicepresidenta fue fallido, diciendo que la próxima no había que fallar, que él estaba dispuesto a hacerlo, y una serie de frases de ese estilo que le valieron un allanamiento pocas horas después, unos días en una celda y una posterior derivación a un centro de salud mental.

Más allá de estas individualidades, estos personajes son nazis confesos, y militantes de esa ideología violenta e ilegal. Tienen relación con otras agrupaciones filonazis del resto del país, entre las que estarían "Bandera Negra" y "Partido Renacer", de Pampillón. No hay modo de no darse cuenta, no solo por el nombre de su partido, sino por su forma de vestir, consignas y simbología.

El 5 de septiembre de 2021, cuando el actual presidente estaba en plena campaña para ser diputado, "Fuerza UnidAria Argentina" hizo un acto en el Obelisco contra el gobierno cubano. Una de sus banderas rezaba: "El anticomunista es el que leyó el Manifiesto y lo entendió" que colgaba de las rejas del monumento justo debajo de otra que decía "Fuerza UnidAria, Justa y Necesaria". Milei fue parte del acto y no solo se tomó fotos con ellos y delante de esas banderas, sino que tomó el micrófono, ponderó el accionar de "Fuerza UnidAria" y bregó por la libertad de los cubanos que padecen bajo el yugo marxista.

"Fuerza unidAria Argentina", los amigos neo-nazis de Milei que hoy militan el ajuste libertario

No fue la única vez. Dos meses después, el 6 de noviembre, fue el cierre de campaña en Parque Lezama y allí volvió a fotografiarse con Poch, mientras caminaban juntos rumbo al escenario, en clara relación amistosa. Tienen, además, un amigo en común, Nicolás Márquez, el además biógrafo de Milei quien también se tomó una foto rodeado de los nazis con su uniforme de camisas grises. Todos ellos son hoy militantes acérrimos del presidente.

"Fuerza unidAria Argentina", los amigos neo-nazis de Milei que hoy militan el ajuste libertario