A partir del 25 de abril, la causa por el derrumbe de Beara entrará en su etapa final. Para ese lunes, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 7 fijó el inicio de los alegatos, momento en el cual todas las partes de la causa podrán exponer su teoría sobre lo sucedido aquella madrugada del 10 de septiembre de 2010.

Esa noche, dentro del local bailable -ubicado en la Avenida Scalabrini Ortiz 1638- los ex integrantes del grupo “Ráfaga” llevaban adelante su recital. Apenas unos minutos después de que terminaron, cerca de las 3.50, el entrepiso de Beara colapsó y se derrumbó sobre la planta baja. Esto provocó las muertes de Ariana Beatriz Lizarriaga (21) y Paula Leticia Provedo (20) y las lesiones de los y las jóvenes que se encontraban esa noche. 

El juicio comenzó en febrero, 11 años y cinco meses después de la tragedia. Más de 50 testigos estuvieron en las audiencias, que se realizaron de manera mixta: el Tribunal y algunas defensas en la sala de audiencia y el resto, conectados por Zoom.

“Con mis compañeras decíamos: ‘algún día se va a caer esto’”, declaró una de las ex empleadas ante el Tribunal, que no fue el único testimonio que escuchó en ese sentido. Otro joven, que solía asistir a Beara, dijo algo similar. “Era habitual decir ‘cómo se mueve esto’; no fue solo de esa noche”, marcó y agregó: “No hacía falta ni que hubiera mucha gente, con caminar un poquito fuerte vibraba todo”.

El entrepiso es justamente el centro de la imputación. No era parte del local y fue construido por la empresa  “El Viejo Sabio S.A.” cuando consiguieron el lugar. Esa sociedad estaba compuesta por Carlos María Yun, Agustin Dobrila e Iván Andrés Fliess, todos imputados por las muertes, los heridos y también por pagar coimas para lograr la habilitación de Beara.

Yun y Dobrila se despegaron de esa responsabilidad y fueron directamente, en sus indagatorias, contra el padre de Iván Fliess, que también estaba imputado pero que falleció antes de que la causa llegara a la etapa de juicio oral. Según Yun, Rolando Fliess les aseguró que la vibración o movimiento del entrepiso “era normal por el material y tipo de estructura”. “Acá pueden bailar y saltar elefantes que no va a pasar nada”, habría dicho en una reunión donde se definió la construcción.

En plena indagatoria, algunas de sus frases no cayeron del todo bien a quienes estaban escuchandolas. “Nosotros apuntábamos a un segmento socioeconómico alto: a Beara no venía cualquiera, venía gente de bien, de trabajo, de estudios y de las principales universidades”, dijo Yun y habló de lo “selecto” que era el local.

“Beara era hermoso y estaba impecable: un empresario inescrupuloso no haría algo en el corazón de Palermo que está todo controlado y tampoco tendría algo a su nombre. Quizás lo haría en La Matanza”, reflexionó el mismo Yun sobre la acusación de posibles irregularidades.

El que también habló ante los jueces Alejandro Noceti Achaval, Gabriel Vega y Gustavo Alterini fue Martín Diego Farrell, ex responsable de la Dirección General de Habilitaciones y Permisos del Gobierno de la Ciudad y a quién el macrismo en 2014 intentó colocar como juez en CABA. “En el expediente de habilitación de Beara está todo bien”, marcó el ex funcionario, que se despegó de cualquier acusación en su contra.

Según pudo indagar Data Clave, entre las defensas hay muchas críticas a la forma en que la causa llegó a juicio. Consideran que el trabajo que hizo el fiscal Andrés Madrea fue “deficiente” y que se dejó llevar “por los títulos de los diarios”. Confían en que el Tribunal redireccionará las responsabilidades y que dejará establecido que fue un problema de construcción y de la arquitecta que encaró el proyecto y no de los funcionarios ni de los dueños.

Por lo pronto, las querellas expondrán primero durante la jornada del 25 de abril y hablarán estrictamente de la responsabilidad de los acusados en las muertes. La fiscalía, en este caso representada por Oscar Ciruzzi, tendrá la tarea de exponer sobre todo el cuadro de situación: las irregularidades en el entrepiso, el conocimiento que tenían dueños y responsables sobre eso, la hipótesis de un arreglo para habilitar el lugar y también sobre la acusación de pago de coimas a policías de la zona. ¿Puede que haya tramos que tengan evidencias claras sobre los acusados y que otros no hayan podido probarse en el debate?

Por su parte, el 2 de mayo comenzarán las defensas con sus alegatos, donde apuntarán a desarmar cualquier hipótesis acusatoria. De acuerdo con la extensión que tengan esas exposiciones, el veredicto podría conocerse antes de la feria judicial de julio.