Todas sus víctimas coincidieron en algo: cuando iban a verlo, él siempre les agregaba alguna cosa más para “hacerse”. “Él se consideró el hacedor de mujeres perfectas”, lo describió el fiscal en el juicio que se hizo en su contra. Tanto así que a una de las víctimas -que le había pedido un procedimiento en particular- le terminó realizando otra cosa. Aníbal Lotocki, el “cirujano de las famosas" fue condenado a cuatro años de prisión en febrero de 2022 pero su sentencia aún no está firme, por lo que puede seguir realizando intervenciones.

Al mismo tiempo, se conoció el grave momento de salud que atraviesa Silvina Luna, una de las víctimas de Lotocki y la principal impulsora del juicio en su contra. Ella misma, cuando le tocó declarar, lo hizo llorando: sostuvo que todos los días tiene problemas y que desarrolló una hipercalcemia y una falla renal.

Ese debate, que estuvo a punto de prescribir, atravesó todo tipo de dificultades hasta llegar a la condena. En el medio, el médico decidió arremeter contra las cuatro denunciantes, las trató prácticamente de ignorantes e intentó humillarlas asegurando que eran ellas las que les pedían más y más intervenciones. “No les quería escribir las cosas porque estas chicas siempre salen con los teléfonos y muestran todo” dijo, con mucha liviandad cuando ensayó una explicación de porque sus pacientes no tenían siquiera el detalle de qué les iba a hacer en sus cuerpos

“Tengo por acreditado que Aníbal Rubén Lotocki, realizó intervenciones quirúrgicas a Silvina Luna, Stefania Xípokitakis ,Gabriela Trenchi y Pamela Sosa, colocándoles en su cuerpo un producto de relleno del cual sólo se sabe que contenía microesferas de PolimetilMetacrilato, en zonas y cantidad no aconsejadas, produciéndoles con ello lesiones, al generarles granulomas. El reproche penal consiste en tener por probado que, dolosamente, calló u ocultó intencionalmente lo que era su obligación informar. No les advirtió que en las intervenciones quirúrgicas que iba a efectuar con PMMA, se podían generar granulomas y las consecuencias aún más lesivas que ello podía traer aparejado para las cuatro pacientes”, dijo el juez Carlos Rengel Mirat en la sentencia que dictó.

Nunca quedó establecido de dónde salió el material que les colocó en el cuerpo. Una de las teorías es que fabricaba “de forma casera” su propio Polimetil-Metacrilato. “De haberle dicho a las cuatro damnificadas que la intervención que les iba a efectuar implicaba la posibilidad de generar granulomas, como así también las consecuencias que ello podría implicar en su organismo (bulto permanente en el cuerpo, imposibilidad de extracción, posible influencia en otros problemas de salud, como ser hipercalcemia, etc.), es probable que desistieran en su interés por operarse, tal cual lo mencionaron en sus declaraciones testimoniales las querellantes”, se explicó en los fundamentos de la sentencia.

Hay también dentro de esa condena declaraciones de médicos y expertos que criticaron duramente los procedimientos llevados adelante por Lotocki. “Eran horribles, tanto el plan quirúrgico como el consentimiento que hacía firmar”, dijo en el juicio un ex médico forense, que puntualizó sobre la falta de responsabilidad del acusado. 

Casación tiene hace un año en estudio los recursos que presentaron la querella de Pamela Sosa, la fiscalía y la defensa. Las dos primeras luchan para que la condena sea mayor mientras que los abogados defensores sostienen que debe absolverse al médico.

Falso título y una causa por un fallecimiento post-operación

Lotocki “no posee título de especialista en Cirugía General ni tampoco la especialidad de Cirugía Plástica y Reparadora”. A pesar de eso, su sello dice “cirujano”. Esto se pudo comprobar en el expediente donde se investiga su responsabilidad en la muerte de Cristian Zárate, un hombre de 50 años al que Lotocki operó y que falleció horas después. 

Allí, está procesado por entorpecer la investigación: se probó que alteró de múltiples formas la historia clínica del paciente y que le realizó un procedimiento quirúrgico en un lugar donde existían todas las irregularidades posibles. El procesamiento, confirmado por la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, es por el delito de alteración de prueba, previsto en el artículo 255 del Código Penal y que tiene una pena que va de un mes a cuatro años de prisión para toda persona que robe, altere, oculte, destruya o inutilice objetos destinados a ser prueba ante una autoridad. 

Lotocki atendió a Zárate en la clínica CEMECO y se presentó como especialista en cirugía general y plásticas, especializaciones que no tiene. En 2021, Data Clave reveló que quién figura como director de CEMECO sufrió un ACV en 2017 que le dejó secuelas físicas que le impiden llevar adelante su trabajo. Incluso cuando se confirmó el procesamiento de Lotocki por alterar documentación, la Cámara del Crimen recordó que la clínica terminó clausurada por el Ministerio de Salud ante la cantidad de irregularidades. No obstante, en lo que se avanzó ahora tiene que ver con la responsabilidad en la muerte. Luego de varios meses (por distintas complicaciones ajenas a quienes llevan adelante la investigación), se logró concretar con una evidencia fundamental: el informe médico forense. Allí, se contestaron varias de las dudas que tenían desde Tribunales al respecto de las irregularidades detectadas en la atención. Falta de controles, ausencia de registros, un posible mal desempeño son varias de las cuestiones que se desprenden del informe firmado por cinco médicos forenses. 

Pero no es la única causa que en este momento tiene Lotocki. De acuerdo a fuentes consultadas en Tribunales, en este momento en la Cámara Civil hay un expediente que tiene que revisarse pero en dónde el médico fue condenado a pagar 3.607.600 de pesos más intereses a una mujer que se operó con él, lo que le generó diversos problemas de salud. La causa fue iniciada por una mujer que se reunió con Lotocki en marzo de 2012 con el objetivo de “mejorar estéticamente sus glúteos”, por lo que concurrió a “Full Esthetic Centro de Medicina Integral”, la clínica donde atendía el cuestionado médico.

Full Esthetic era el lugar donde también estuvieron Luna, Sosa, Xípokitakis y Trenchi. Además, en dos juzgados civiles hay en este momentos reclamos por atenciones deficientes también en ese mismo centro médico. Una es por una intervención realizada en marzo de 2017 donde también le colocó PMMA en los glúteos, lo que generó diversos problemas de salud además de daños estéticos. En este expediente, el juzgado ya está en condiciones de resolver la situación.

La otra causa se presentó en noviembre del año pasado. Allí se detalla la situación que le tocó atravesar a una mujer que deseaba realizarse una intervención en sus pantorrillas. Tras la entrevista, Lotocki la convenció de que también podría "mejorarle" sus glúteos. Todo con el uso de PMMA. La denunciante accedió y se operó en 2009. Desde ese momento y hasta 2020, arrastró una serie de problemas, que el médico atribuyó primero a que el producto “tenía que asentarse”. Al no recibir nunca una solución ni respuesta, decidió iniciar la demanda, donde reclama más de seis millones de pesos más intereses.