Javier Milei había incluido a YPF dentro del listado de empresas públicas que proponía privatizar en el proyecto de ley “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos”, más conocida como ley ómnibus. 

La propuesta fue fuertemente rechazada por la oposición y el oficialismo había decidido eliminar a la empresa de bandera de ese listado. Finalmente el proyecto cayó y parecía que el fantasma de la privatización había quedado lejos de la petrolera. 

Sin embargo, la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles (FASiPeGyBio) denunció el desguace de la empresa petrolera y apuntó contra la gestión de Horacio Marin por allanar el terreno para una eventual privatización. 

La entidad que nuclea a los sindicatos petroleros manifestó a través de un comunicado “su enérgico rechazo al proceso de desguace que atraviesa la empresa YPF a través de los servicios presentes en distintos puntos del país, con afectación de puestos de trabajo y derechos laborales vigentes”. 

Según indicaron la nueva Presidencia de la firma “ha emprendido un esquema de achicamiento por medio de seudo empresas incorporadas en el sector” con la clara intención de “avanzar hacia la privatización total de la operadora”.

En el documento firmado por el secretario general, Gabriel Barroso, y el secretario adjunto, Mario Lavia, precisaron que el accionar de las autoridades “pone en riesgos las fuentes laborales de miles de familias y la continuidad operativa de YPF tal como la conocemos en la actualidad”.

Por último, se declararon en “estado de alerta” y advirtieron que avanzarán con “las medidas gremiales correspondientes en defensa de la empresa, los puestos de empleo y los derechos de los compañeros representados por los sindicatos de base”.

X de Petroleros Argentinos