Artículo 104 del Código Procesal Penal de la Nación. Ese fue el argumento técnico que Carlos Beraldi, abogado, utilizó ante los jueces del Tribunal Oral Federal 2 para justificar la solicitud de que Cristina Fernández de Kirchner asuma como abogada en defensa propia este viernes, la tercera y última jornada prevista para su alegato.

En ese artículo se asegura que “el imputado tendrá derecho a hacerse defender por abogado de la matrícula de su confianza o por el defensor oficial; podrá también defenderse personalmente siempre que ello no perjudique la eficacia de la defensa y no obste a la normal sustanciación del proceso”.

Durante las dos audiencias de este lunes y martes, Beraldi y Ary Llernovoy (ahora considerado abogado sustituto por la llegada de Cristina) se dedicaron a cuestionar los argumentos que utilizó la Fiscalía para pedir 12 años de prisión para la vicepresidenta.

Uno de los puntos que dejaron en claro fue que todas las obras cuestionadas fueron votadas en el marco del debate parlamentario o a través de decreto de necesidad y urgencia, por lo que hubo participación del Congreso y de la oposición. 

Por otra parte, tal como había explicado Data Clave, se centraron en el uso de la prueba que dejó el celular de José López, ex secretario de Obras Públicas entre 2003 y 2015. Sostuvieron que no tuvieron la posibilidad de cuestionar esa información, aunque al momento en que el Tribunal autorizó su incorporación, la única defensa que lo cuestionó fue la del mismísimo López.

No obstante, marcaron que no hay comunicaciones allí entre la actual vicepresidenta y López y que incluso solo hay un puñado de mensajes donde es mencionada. Hicieron foco en la ausencia de testimonios que den cuenta de una intervención directa de CFK en las obras o en los negocios de Lázaro Báez en Santa Cruz y descartaron la posibilidad de que, en su rol de presidenta, pudiera controlar lo que pasaba con cada una de las obras.

Lo que se espera para esta jornada es un cierre primero a cargo de Beraldi, que hablaría hasta las 11 de la mañana y que allí tomaría la palabra Cristina, cuya exposición podría extenderse más de dos horas. En su momento, cuando le negaron la posibilidad de ampliar su indagatoria después del alegato fiscal, la ex presidenta hizo una transmisión en vivo donde cuestionó las afirmaciones de Diego Luciani y Sergio Mola, en un mix entre lo político y lo judicial.

“Si algo faltaba para confirmar que no estoy ante un tribunal de la Constitución, sino ante un pelotón de fusilamiento mediático-judicial, es impedirme el ejercicio del derecho de defensa ante cuestiones que nunca figuraron en el acto de acusación del fiscal al que asistí durante 5 días en mayo de 2019", había tuiteado la vicepresidenta en agosto, cuando aún no había sido víctima de un intento de asesinato.

Más allá de la exposición de Cristina, a la causa le restan aún los alegatos de otras siete defensas y un debate técnico luego en la etapa de “dúplicas y réplicas”. Si los cálculos no fallan, la instancia de últimas palabras y veredicto podría llegar antes del 30 de diciembre de 2022, último día hábil del año y la previa a la feria judicial de enero.