Después de la cercanía que se volvió a generar en la provincia de Buenos Aires con el gobernador Axel Kicillof y de haber quedado en el centro de la polémica luego de que Juan Grabois dijera que Sergio Massa les armó las listas a Javier Milei, el Frente Renovador busca recobrar el foco con una fuerte crítica al titular de Economía.

“Las PyMES en Argentina están en terapia intensiva y el ministro Caputo es el único responsable”, dijo en una declaración el partido creado por el ex ministro de Economía como una escisión del PJ.

Grabois volvió a pegarle a Massa en un programa de televisión donde debatió a los gritos con Ramiro Marra. "¿Por qué el presidente de Correos es el mismo que estaba con Massa?, ¿por qué les armaron las listas desde el despacho de Massa?", dijo Grabois y remató: "¡Ustedes y Massa son lo mismo!".

Obviamente los dichos de Grabois, derrotado ampliamente por Massa en las PASO, generó réplicas y enojos en los dirigentes cercanos al ex ministro. De todos modos, ese mal paso se compensa con el buen clima en la provincia de Buenos Aires.

Esta semana el gobernador Kicillof le dio a un dirigente del FR eel control de AUBASA, la sociedad encargada de la construcción, la preservación y la explotación de las rutas bonaerenses. Quien se hará cargo de la presidencia del directorio de la empresa será José Arteaga, un dirigente de larga data en el Frente Renovador platense.

Más allá de esos coletazos, el FR busca retomar el centro de la escena con los despidos de la última semana en el sector privado. “FV, la empresa de grifería más grande del país, esta semana suspendió a más de 1000 empleados. El hipermercado Changomás despidió a más de 150 trabajadores de 8 sucursales alrededor del país. Además, la misma situación se atraviesa en Whirlpool, donde 60 empleados fueron despidos de su planta de Pilar por la caída abrupta en ventas. A su vez, Fate, la fábrica de neumáticos arrojó al mercado laboral a casi un centenar de trabajadores como consecuencia de la pérdida de competitividad exportadora”, sostuvo la agrupación.

“El deterioro del poder adquisitivo de los argentinos repercute directamente en la disminución de compra, y como resultado hay fábricas con apagones, máquinas sin funcionar y miles de trabajadores suspendidos y despedidos. A partir de los datos brindados por la propia Secretaria de Trabajo de la Nación, desde el comienzo de la era Milei ya hay 150.000 puestos de trabajo menos y una pérdida de 94.000 empleos en el sector privado”, agregó la declaración.

El ex Secretario de Finanzas, Eduardo Setti, señaló: “el gobierno define a la recesión como remedio de la inflación. La principal consecuencia de la recesión es tener salarios sin ajuste por inflación, deteriorando el poder adquisitivo de los trabajadores. Además, los empresarios al no poder encontrar horizonte de recuperación empiezan a despedir ante la poca demanda de sus productos”.

En la misma línea, el economista Setti destacó: “No hay incentivos del sector público ni privado local como para motorizar una recuperación en “V” y considero que la puesta del actual gobierno está enfocada en el sector externo, que por el momento no da señales de invertir en la economía real de Argentina”.

El FR sostuvo que según proyecciones basadas en la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), desde las elecciones, el empleo registrado, que venía recuperándose tras la pandemia, se contrajo en casi 40.000 puestos formales. 

“Además, se estima que este año se perderán 336.000 empleos, cifra similar a la pérdida generada por el COVID-19”, agregó y enumeró que los sectores que presentaron las mayores contracciones fueron: Construcción (-3,2%); Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (-0,5%); Transporte, almacenamiento y comunicaciones (-0,2%); e Industrias manufactureras (-0,2%).