Este lunes el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, envió el listado de los 8 diputados que integrarán la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo luego de meses de disputa con Unión por la Patria. La primera reunión del cuerpo para designar autoridades ya tiene fecha para este jueves desde las 12.

La lista quedó conformada por 3 diputados de UxP (Ana Carolina Gaillard, Ramiro Gutiérrez y Vanesa Siley), 2 de La Libertad Avanza (Oscar Zago y Lisandro Almirón), 1 del PRO (Hernán Lombardi), 1 de la UCR (Francisco Monti) y 1 de Hacemos Coalición Federal (Nicolás Massot).

La presidenta del Senado, Victoria Villarruel, había enviado a fines de diciembre los nombres de los 8 senadores que conformarán la bicameral. Los designados de la Cámara Alta son Juan Carlos Pagotto (LLA), Victor Zimmermann (UCR), Luis Juez (PRO), Juan Carlos Romero (Cambio Federal), Carlos Espinola (UF) y los senadores de UxP, Mariano Recalde, María Teresa González y Anabel Fernández Sagasti.

El mandamás de la Cámara baja cerró una dibscusión con el bloque peronista decidiendo darle solo 3 bancas en la comisión en lugar de las 4 que reclamaba el titular del bloque Germán Martínez. El santafesino denunció que con 99 diputados, tienen una banca por cada 33 escaños mientras que LLA tiene 2 con 38, lo que significa una cada 19. Una pelea que estará presente este jueves a las 12 cuando la comisión deba elegir al presidente y al resto de las autoridades.

Del total de 16, UxP tiene 6 y es el bloque que más tiene, sin embargo, quedó a 3 bancas de tener la mayoría. El resto, se reparten entre 3 para el oficialismo, 2 para el PRO, 2 para la UCR y las tres restantes para opciones el peronismo federal. A nadie le alcanza para conseguir la mitad más uno y por ende imponer un presidente, por lo que será fundamental un acuerdo entre bloques.

En este escenario, la bancada libertaria tiene decidido por estas horas seguir la línea que utilizó en el debate de la Ley Ómnibus y tener el control de la presidencia. “Seguramente vamos a proponer un nombre propio”, aseguró a Data Clave una fuente parlamentaria con acceso a los despachos de los designados por LLA para la Bicameral. Para esto, el rol de los dialoguistas volverá a ser clave y se dará en medio de una nueva embestida del presidente Javier Milei que llamó “nido de ratas” al Congreso al tiempo que señaló a diputados como Ricardo López Murphy calificándolo como un “traidor”. Hoy el economista liberal forma parte de Hacemos Coalición Federal, que tiene en Massot la llave para la discusión de autoridades.

Las opciones son reducidas para un oficialismo con solo tres opciones para ocupar la presidencia, el senador Pagotto, el correntino Almirón o el porteño Zago, que ya es presidente de bancada en Diputados. Sobre las chances de cada uno, en el entorno libertario todavía son prudentes y afirman que aún restan reuniones internas para definirlo.  En declaraciones a la prensa de este martes, el representante por la Cámara alta remarcó que el DNU es una “batalla cultural” e intentó tender puentes con el bloque de Miguel Ángel Pichetto al que puso de ejemplo a imitar por su “republicanismo”. Además, deberá lograr convencer a los radicales.

En el poroteo previo, el senador de Cambio Federal y los representantes del PRO se sumarían al oficialismo y el senador Espinola a los 6 de UxP. La llave la tienen los dos representantes radicales y el ex Juntos por el Cambio, Massot. Como en la ley bases, el consenso con los dialoguistas será fundamental para las intenciones del gobierno.

Unión por la Patria intentó desde el Senado comenzar directamente con el tratamiento en el recinto del mega DNU pero la presidenta del cuerpo Victoria Villarruel dilató la convocatoria argumentando que el Congreso se encuentra en periodo de sesiones extraordinarias. Con 33 bancas propias y cada vez más cerca de los 37 necesarios para el rechazo por la cercania de aliados desde Rio Negro, Neuquén y Santa Cruz, el oficialismo reaccionó con la convocatoria a la comisión para intentar dilatar el tramite. Como ha señalado Menem en reiteradas oportunidades, el oficialismo apunta a más de 100 decretos sin tratamiento que aún quedan de la gestión de Alberto Fernández.