Hermes Binner, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz. Tres nombres y apellidos que cuenta un pedazo grande de la historia de Santa Fe. Tres gobernadores que lograron cortar la grieta nacional y mantener a la provincia a su propio ritmo durante 12 años, entre 2007 y 2019, a través del Frente Progresista Cívico y Social. Una postal que, sin embargo, hoy parece lejana.

Los resultados en las PASO de Santa Fe pusieron en evidencia un fuerte retroceso en la capacidad de voto del socialismo y abrió una ventana de dudas en torno a cómo será su futuro tras tomar la decisión de sumarse a Cambiemos para formar un “frente de frentes” en el que terminó en tercer lugar por amplio margen.

Para entender la debacle electoral del armado basta los números: la diputada nacional Mónica Fein consiguió 135.050 votos, lo que muestra que solo uno de cada siete santafesinos que eligió a Unidos para Cambiar Santa Fe, optó por el socialismo. Ese 14 por ciento significó menos de la tercera parte de los sufragios alcanzados por el ganador de la PASO, el radical Maximiliano Pullaro, y menos de la mitad de lo cosechado por la senadora Carolina Losada.

En otras palabras, el Frente Progresista Cívico y Social pasó de tener tres gobernadores en los últimos 16 años, y de perder las elecciones de 2019 por escasos 4.5 puntos (con un 37 por ciento del electorado a su favor), a solo conseguir el 8 por ciento del total de los votos.

Pero no solo eso. La alianza con el PRO y el radicalismo (entre otros partidos) puso en riesgo el control de ciudades como Rosario donde gobierna desde 1989 y que fue la plataforma electoral de Binner y Lifschitz, quienes también fueron jefes comunales antes de pegar el salto. La propia Fein sumó dos mandatos entre 2011 y 2019, cuando fue reemplazada por Pablo Javkin, quien debió postergar su deseo de competir por la gobernación y se llevó un pequeño susto a nivel local.

Es que, como era de esperar, el voto del socialismo subió en la ciudad más poblada de la Provincia. Pero no mucho. Fein también salió tercera, en este caso con el 22 por ciento de los votos. Mientras que a nivel local, Javkin, quien fuera parte de su gabinete (hoy enrolado con Losada) ganó por menos de un 8 por ciento a Miguel Ángel Tessandori, el candidato local de Pullaro. “La elección es un fuertísimo llamado de atención al oficialismo”, sostuvo el dirigente derrotado. Y no faltó a la verdad.

El candidato local de Fein, su compañero de banca, Enrique Estévez, sumó un 16 por ciento y también quedó muy mal posicionado en la interna.

Lo ocurrido en la ciudad capital fue otro de los grandes golpes de la jornada que dejó expuesto al socialismo. Emilio Jatón perdió la interna y no podrá competir para continuar al frente del distrito. Pero además, la representación en el Congreso Nacional pasó de contar con 10 diputados en 2007 a solo dos en la actualidad.

Estábamos seguros de que queríamos dar una vuelta de página a un gobierno ineficiente e incapaz y la ciudadanía hoy lo demostró dejando al peronismo en su resultado más bajo de la historia, manifestó Fein subiéndose a una victoria en la que el socialismo ocupó un escalón más bajo según los resultados electorales.

Aunque también aprovechó para marcar la distancia interna: Nos sumamos a una opción provincial. Sé que muchos quieren llevarse el triunfo nacional, pero este un triunfo provincial”. E intentó apoyarse en la juventud del propio frente al asegurar que “en el socialismo hay futuro”.

Lo que resta por ver ahora es de qué manera se comportará el electorado propio con Pullaro a la cabeza. Está claro que el peronismo intentará salir a ganar algunos de los votos alcanzando por Fein, pero no será fácil.