Si hay un territorio del país que presenta altos niveles de complejidad al momento de pensar en su administración, esa es la provincia Buenos Aires. Su amplitud y densidad poblacional -mal distribuida- la convierten, entre otras cosas, en una región muy difícil de gobernar. Por eso no sorprende que haya proyectos para partir la provincia en 2, 3 y hasta 5 subregiones. Arrastra problemas estructurales históricos y no hay en el horizonte soluciones a las muy distintas necesidades de los 135 distritos.

Ante la dificultad de encarar las ambiciosas iniciativas de dividir la jurisdicción, un viejo debate vuelve a sonar con fuerza en los despachos de los intendentes: la tan mentada autonomía municipal. Este ítem está garantizado en la Constitución Nacional, a través de la reforma de 1994. No obstante, hay tres provincias que a la fecha no cumplen con ello: Mendoza, Santa Fe, y claro, Buenos Aires. 

“Con mi equipo armamos el año pasado un proyecto de reforma de la Constitución de la Provincia. Que permite dos posibilidades, una de ellas es convocar a una Convención Constituyente; y la otra es sancionar una reforma del capítulo de autonomía municipal para adecuarlo a la Constitución Nacional modificada en 1994. El segundo punto es el que tomamos nosotros y lo ingresamos el día miércoles de esta semana en la Legislatura, el primer día de período de sesiones ordinarias. Es el proyecto número 1 del período 2022-2023 del Senado bonaerense”, apuntó a Data Clave el representante de la Sexta Sección del radicalismo en la Cámara Alta bonaerense, David Hirtz. 

La iniciativa, que lleva la firma de otros 5 correligionarios, se sustenta en una premisa fundamental: “en el transcurso de los años va quedando evidente que la figura jurídica del municipio tal cual hoy funciona en la provincia de Buenos Aires es insuficiente para la cantidad de roles que hoy tienen asignados los municipios”, apuntó el senador.

Y agregó: “He tenido la oportunidad de ser diputado en dos oportunidades, intendente otras dos veces, ahora en el senado y otros cargos partidarios y de gestión en la provincia. El municipio del 83 en adelante se ha venido haciendo cargo de un cúmulo de tareas que históricamente no tenía que afrontar. Por el motivo que sea, hoy tienen la responsabilidad en múltiples áreas sin que por ello tenga la posibilidad de un recurso económico ni la posibilidad de fijar impuestos y tasas para cada uno de ellos”. 

“Hace años que trabajo sobre esta cuestión. Tenemos varios trabajos presentados con relación a la modificación de la Carta Orgánica municipal. En diciembre del año pasado edité un libro llamado Buenos Aires al Sur, donde expongo experiencias de los años pasados al frente del municipio y en la Legislatura, y rescato mucho la necesidad de modernizar y ampliar las facultades de los municipios”, finalizó Hirtz.

Hirtz trabaja desde hace tiempo en pos de la autonomía municipal

La chance de ir por la regionalización: el despertar del “sentir bonaerense”

“Lo que habría que modificar es la Constitución, eso sería lo ideal. Todos estaban de acuerdo en garantizar las autonomías municipales, está en la reforma del 94. Las únicas provincias que no lo hacen son Buenos Aires, Santa Fé y Mendoza. El resto avanzaron en el tema. En aquel momento no se dio porque se puso en discusión el tema de tener la facultad de poner impuestos. Lo mismo que puede hacerlo caer hoy. Por eso hacemos hincapié en la autonomía política”, manifestó a Data Clave el intendente de Rivadavia, Javier Reynoso.

El alcalde es además, abogado, por lo que conoce el paño. “Cada municipalidad con un poder constituyente determinaría sus propios organismos. Esto permitiría que los municipios tengan 3 poderes. Hoy tenemos solo los departamentos ejecutivo y legislativo. Pero como la ley de juzgado de faltas fue posterior, quedó dentro del Ejecutivo. De hecho, cuando no hay juez de falta, el intendente ocupa ese rol. Esto resolvería un montón de cuestiones que son básicas”, apuntó Reynoso.

En la misma sintonía, el alcalde subrayó: “La Justicia ordinaria está sobrepasada con otras cosas y no atiende cuestiones menores que se podrían resolver con más autonomía. Y la cuestión orgánica de que cada distrito pueda elegir cuántos concejales tiene y cómo debe ser su composición. También permitiría la verdadera regionalización, que los municipios puedan firmar convenios entre sí”.

Y agregó: “El tema de la autonomía es una solución para un montón de cuestiones estructurales de la provincia que no tienen solución. Esto nos va a dar en definitiva, el sentir bonaerense. Que hoy no existe, en otras provincias sí pasa. Esto nos daría una identificación de abajo hacia arriba. Yo quise avanzar una vez en el regionalismo una vez y quedé atado a la voluntad política del momento”.

Y graficó: “Los intendentes de la zona competimos por ver cuál es el hospital más lindo, pero todos de baja complejidad. Y tenemos que derivar a los zonales de Junín y 9 de Julio, que ya no alcanzan para la población que tienen. Entonces podríamos hacer convenios con distintos municipios. En un radio de 100 km resolver la complejidad que tenemos que ir a buscarla a 500 o 600. Si prolifera la idea de partir la provincia, sería descentralizar. Y lo mismo podría hacerse con las universidades, no tener que irse a estudiar a 600 kilómetros. Lo mismo con caminos rurales, rutas. Se podrían resolver con convenios”.

“En la doctrina jurídica hay unanimidad para avanzar con esto. No hay ninguna duda de que los municipios deben ser autónomos. El tema es que la provincia de Buenos Aires vive de lo urgente. Y el otro tema es que una cuestión de autonomía sería una cuestión que llevaría todo el mandato. Nunca escuché una opinión fundada en contra, nadie podría hacerlo”, sentenció Reynoso. 

Reynoso pone el foco en los beneficios de la regionalización

A la espera de una definición judicial

El exintendente de Castelli y actual director nacional de Transporte, Francisco Echarren (FdT), fue quien solicitó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el dictado de una medida cautelar a fin de que “se ordene a la Provincia de Buenos Aires fije el alcance y el contenido de la autonomía municipal en la Provincia para permitir (a) a la municipalidad de Castelli el ejercicio de la facultad constitucional federal de sancionar su propia carta orgánica”. Para Echarren, la constitución provincial “no cumple” con la obligación de “instaurar la autonomía municipal, en sus aspectos administrativo, económico, tributario y financiero, político e institucional”.

No obstante, el máximo tribunal del país resolvió por unanimidad que los cuestionamientos de los municipios contra la constitucionalidad de normas provinciales deben ser tratados -en un principio- en la justicia provincial. Los ministros del máximo tribunal entendieron que “la causa no solo requiere analizar prescripciones de la Constitución Nacional sino que comprende cuestiones de índole local y de competencia de los poderes provinciales”.

Por esa razón, resolvieron que debe tramitar -al menos inicialmente- ante la justicia de la Provincia de Buenos Aires, dado que “el respeto del sistema federal y de las autonomías provinciales exige que sean dichos magistrados los que intervengan en las causas en que se ventilan cuestiones de ese carácter”.