El retorno de los ministros-intendentes a sus municipios no solo tuvo impacto directo en el gabinete sino que, como era de esperar, también golpeó puertas adentro de los distritos y provocó una fuerte reacción desde la oposición que analiza los regresos como parte de un temor concreto a poder quedarse sin los territorios.

La lectura que hacen desde Juntos no dista de la realidad. Tanto Juanchi Zabaleta (Hurlingham) como Jorge Ferraresi (Avellaneda) volvieron al pago chico para poder la pelea de cara al 2023 libres de ataduras con el gobierno y con la necesidad de regresar a ponerle el cuerpo al territorio para que el vecino pueda volver a relacionarlos con la gestión municipal actual.

No se trata de un mismo caso. El retorno de Zabaleta cuenta con un peligro interno doble. Por un lado, el exministro de Desarrollo Social vio cómo La Cámpora copó el distrito a pocos días de su partida a Nación y el regreso anticipado (estaba pactado para noviembre) se debió a la necesidad de lograr primero un giro interno para luego contar con el tiempo suficiente para emprender una campaña de cara a la gente para intentar mantener un distrito que en sus 27 años de historia siempre fue gobernado por el peronismo.

Sin embargo, en los últimos años, la oposición viene cortando distancia. Y ya en las últimas elecciones el oficialismo solo logró ganar por 3 puntos.

El intendente tiene un panorama que no les da buen pronóstico para las elecciones del año que viene”, le dice a Data Clave la precandidata del PRO, Andrea Giorgini, quien se referencia en la titular del PRO, Patricia Bullrich. Y agrega: “Serán ellos quienes juzguen el año que viene si le renuevan la confianza pese a haberse tomado licencia tanto tiempo o prefieren depositarla en quien prioriza los compromisos con la ciudad ante su crecimiento político”.

La situación en Avellaneda es otra. El exministro de Desarrollo Territorial debió pegar la vuelta con la clara intención de cortar el cordón umbilical con Nación y volver a refugiarse en aquello que le dio más rédito político: el cristinismo.

(Jorge) Ferraresi es parte del peor gobierno de los últimos 50 años al menos. Si quiere tener una mínima chance tiene que despegarse del gobierno. Pero es tarde. El Frente de Todos tiene miedo de perder el distrito”, le dice a Data Clave el presidente del bloque del PRO en el HCD local, Maxi Gallucci.

Y agrega: “Más allá de que es una vuelta anticipada, se sabía que él iba a ser el candidato. Con su regreso se ve el temor. Él sabía que si no se despegaba iba a tener un problema. Pero el problema ahora es que quedó expuesto. Que su vuelta tiene que ver con lo bien que se está moviendo la oposición. Con darse cuenta que el vecino está viendo que enfrente hay una oportunidad distinta". Y enumera: "Con un sistema municipal de seguridad pública, con modificación de la estructura fiscal a nivel local, con políticas de incentivo para instalación de PyMes en el distrito y con proyectos que tienen que ver con el sistema sanitario municipal”.

Así las cosas, Ferraresi y Zabaleta tienen por delante dos escenarios difíciles tras una fuerte exposición nacional de la cual hoy buscan despegarse,