El parate legislativo por las vacaciones de invierno será el escenario perfecto para que el Frente de Todos vuelva a reconsiderar cuáles son sus opciones en pos de poder concretar el ansiado deseo del gobernador Axel Kicillof de avanzar en la sanción de la ley BAPRO y, de esa manera, poder cumplir su palabra con el Secretario General de La Bancaria y diputado nacional del Frente de Todos, Sergio Palazzo.

Las opciones no son las mejores para el oficialismo que, en las últimas semanas, no logró los acuerdos necesarios para poder llevar al recinto el nombrado proyecto. Y, como era de esperar, esto provocó una preocupación interna que llevó a Palazzo a solicitar una nueva reunión con la Provincia, en esta oportunidad con el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde.

En las últimas horas el lomense recibió en su despacho al diputado nacional que se acercó con el fin de ponerse a disposición para ver la posibilidad de avanzar en la derogación de la reforma jubilatoria de los trabajadores del BAPRO, aprobada bajo el gobierno de María Eugenia Vidal.

Según lo contó el propio Insaurralde en sus redes sociales, la reunión tuvo como objetivo discutir el avance del proyecto en el Poder Legislativo provincial, después de que se estancara por la negativa de aprobación de parte de la oposición. “Con el secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo, conversamos sobre el proyecto de ley para recuperar los derechos de las y los jubilados de Banco Provincia. Es muy importante el tratamiento para proteger la caja previsional de la banca pública bonaerense”.

La preocupación de Palazzo es evidente. El gremialista ve que la promesa no puede ser cumplida y, desde su lugar, trata de ejercer la presión necesaria para dejar en claro que se trata de una ley fundamental.

Pese a que el oficialismo logró la aprobación en las cuatro comisiones previas antes de poder llevar el tema al recinto, hoy no hay un acuerdo que permita avanzar. Sucede que por más de que en la Cámara baja los votos están, la paridad de Senadores (donde cada uno tiene 23 por lado) llevaría a que la oposición no dé el quorum necesario.

"No vamos a dar el brazo a torcer. María Eugenia (Vidal) fue muy clara. Y nosotros seguimos muy firmes", le dijo a Data Clave una diputada del PRO que responde directamente a la exgobernadora.

Claro, la situación del radicalismo no es la misma. Los boinas blanca no cuentan con esa presión y se muestran expectantes pese a que por lo bajo aseguran que de llegar al recinto votarían en contra de su aprobación.

Claro, el Frente de Todos quiere torcer esa postura en pos de poder lograr al menos una abstención general, como ya pasó en la primer comisión por la que pasó la ley. 

Cabe recordar incluso que el PRO lanzó un comunicado muy firme un mes atrás junto a Peronismo Republicano y la Coalición Cívica explicando por qué el cambio en la ley era perjudicial para los bonaerenses. De la firma formaron parte todos diputados y senadores del Congreso y la Legislatura. Pero nadie de la UCR. La lectura fue simple: el radicalismo todavía no cierra la puerta.

"Fue una mala estrategia. Lo dejé planteado ni bien vi cómo se dieron las firmas. Avisé que la lectura iba a ser esa. Sin embargo, se decidió avanzar igual", agrega la misma diputada.

Ahora el Frente de Todos quiere ver la posibilidad de sellar un acuerdo con el radicalismo para avanzar en la concreción de la ley. Eso sí, antes tendrá que ver qué es lo que está dispuesto a ceder en favor del radicalismo para que sea una negociación en la que todos salgan ganando.