La Cámara de Diputados aprobó con 132 votos positivos, 104 votos negativos del oficialismo y 4 abstenciones de la izquierda, el proyecto para incorporar la Boleta Única de Papel en las elecciones nacionales. El proyecto acordado por la oposición obtuvo media sanción y el debate pasó a la Cámara de Senadores. La oposición mostró la capacidad para construir una nueva mayoría pero ahora deberá enfrentarse al número negativo de la Cámara alta.

La sesión especial fue convocada por diputados nacionales de diferentes bloques opositores, encabezados por Juntos por el Cambio (JxC) y el interbloque Federal, para debatir el proyecto que busca implementar el sistema de Boleta Única de Papel para las elecciones presidenciales, comenzó esta tarde con la presencia de un estricto quórum reglamentario de 129 diputados. La iniciativa es rechazada por el Frente de Todos (FdT) que la considera, entre otras cuestiones, "extemporánea" y cuyos miembros bajaron al recinto una vez comenzada la sesión. 

A la hora de los discursos, desde el oficialismo fueron contundentes con el rechazo a la manera en que se desarrolló el debate en comisiones y la imposición del tema por “emplazamiento”. El diputado del Frente de Todos, Hernán Pérez Araujo (La Pampa), aseguró que el tratamiento fue con “fórceps” y que el oficialismo fue llevado de “las narices”. 

Sobre la propuesta de Boleta Única, el legislador por La Pampa sostuvo que “este sistema, en vez de solucionar el problema de la lista sábana, lo agrava. El 60% de la población Argentina no va a tener toda la oferta electoral en la boleta y eso complejiza la elección”, cerró.

El otro voto que se le escapó a la oposición es el de la diputada de izquierda, Romina Del Plá que afirmó: “Con la Boleta Única Papel continua un régimen electoral dominado por el financiamiento de los grupos económicos a la política; son todos funcionarios de Techint. Se mantiene también la injerencia del Estado en la vida de los partidos a través de la ley de PASO, que sostiene pisos proscripticos, donde los partidos del sistema cuentan con recursos diferenciales, y todo un régimen de punteros y aparatos”, concluyó.

Desde la oposición, el ex ministro del Interior del gobierno de Cristina Kirchner, Florencio Randazzo (Identidad Bonaerense) señaló que “la boleta única aporta un cambio y modernización al sistema electoral argentino; pero lo más importante es que hemos logrado una nueva mayoría plural y diversa”.

Ante la ausencia del titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien integra la comitiva que viajó con el presidente Alberto Fernández a Los Ángeles para asistir a la IX Cumbre de las Américas, el plenario fue presidido por el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Omar De Marchi (PRO), que de todos modos pudo votar porque así se lo permite el regmlamento.

El proyecto de la oposición establece que haya cinco candidatos por partido con nombre y apellido en cada boleta. Esto significa que habrá una mayoría de las provincias en las que prácticamente van a figurar todos los que participen como candidatos a legisladores. En 20 de las 24 provincias, la totalidad de los candidatos a diputados o senadores estarán de manera completa con sus nombres en la boleta. Los distritos más grandes como Provincia de Buenos Aires, Córdoba o Ciudad Autónoma tendrán a los primeros. 

En el caso de la imagen, el texto aprobado indica que serán dos fotos por cada lista, los dos primeros garantizando una presencia femenina. Es decir, la fórmula presidencial completa y dos por cada categoría alternando hombre y mujer. La otra de las particularidades que se discutió hasta último momento es la del voto en blanco. La decisión es que no va a tener la opción de voto en blanco. Esta posibilidad algunos entendieron que dejaba a aquellos partidos que no tienen fiscales la posibilidad que rellenen el casillero en el recuento y pudiera alterar algún voto.

Por último, habrá un ítem para votar lista completa sin la necesidad de marcar cada una de las categorías. Algo que podría ayudar al arrastre de los partidos grandes. Por último, se restituye el voto por correo para residentes en el exterior, algo que había instrumentado Mauricio Macri por decreto y que Alberto Fernández derogó.