Superada la instancia electoral del 14 de noviembre, Juntos tiene otro desafío en la provincia de Buenos Aires y no es menor: mantener a todos dentro de la alianza. Y si bien la coalición opositora ganó la elección, el escaso margen del triunfo los dejó en una posición no tan holgada para encaminar las negociaciones internas.

Sucede que el espacio sumó en los últimos comicios a fuerzas con una mirada propia y sobre todo en esta nueva Legislatura, bancas, que no necesariamente responderán a la tríada original del PRO, la UCR y la CC-ARI. En efecto, la llegada del Peronismo republicano y del GEN, siembran un manto de duda respecto del funcionamiento del bloque. 

Y claro, también hay discusiones por los liderazgos. Hecha la división de rigor -el radicalismo mantiene a Maximiliano Abad al frente de Diputados- el PRO se debate puertas adentro por la conducción del Senado. A priori, pican en punta dos nombres con peso propio y con avales suficientes para quedarse con la presidencia del bloque.

Uno de ellos es el legislador electo Alejandro Rabinovich, hasta ahora coordinador del Gabinete del intendente marplatense Guillermo Montenegro. El “Ruso” tiene el apoyo de pesos pesados como Horacio Rodríguez Larreta, Maria Eugenia Vidal, Diego Santilli y Cristian Ritondo. Sin dudas, tener a los popes de su lado y la chance de articular de manera directa con el Congreso de la Nación suben sus acciones.

Pero también cuenta con chances la actual legisladora Daniela Reich. La esposa del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, tiene el respaldo de los jefes comunales amarillos de la provincia, lo que le aporta territorialidad, un dato nada menor al momento de definir un cargo netamente bonaerense.

“Esto se va a resolver entre lunes y martes, no creo que antes. Serán todos días de charlas, conversaciones y negociaciones. Parece que todo queda entre Daniela y Alejandro”, apuntó un dirigente del PRO con peso legislativo a Data Clave.

“Esta semana no hubo grandes movimientos, luego de las intensas jornadas de reuniones y negociaciones de la semana pasada. En los próximos días volverán a reunirse”, agregó otro referente amarillo de larga trayectoria. 

Cabe señalar que en menor medida pero con alguna chance de presidir el Senado asoman Juan Pablo Allan, Nidia Moirano, Christian Gribaudo y Joaquín De La Torre. El último nombre no es casual, ya que corre fuerte el rumor de la chance de que el peronismo republicano arme su propio bloque, lo que condicionaría el poder de fuego de Juntos.

Este rompimiento tendría también consecuencias en Diputados, ya que hay otros legisladores que no responden ni al PRO, ni al radicalismo o a la Coalición Cívica. Si bien allí los números son mejores, perder soldados volvería a equilibrar el tablero.

“Creo que va a haber una negociación hasta último momento donde el peronismo republicano va a pedir sus espacios de poder, para terminar todos adentro de los 23. Otra cosa no le serviría a ellos ni a nadie”, subrayó a Data Clave un jugador clave en el Senado que viene. 

“Lo que sea será por consenso. No está definido aún”, señaló una fuente del peronismo republicano a este medio. Sobre las chances de De La Torre de presidir el Senado advirtieron que “es una posibilidad, pero se definirá la semana que viene”.