El flamante jefe de Gabinete, Guillermo Francos, negó hoy que la salida de su antecesor, Nicolás Posse haya estado vinculada con “operaciones de inteligencia” que se hayan realizado sobre otros integrantes del Gobierno Nacional y aseguró que “no se guía por versiones al respecto”, señaló el funcionario en una conferencia de prensa realizada en Casa Rosada.

De esta forma se refirió Francos a esos rumores, que se apoyan en que junto con Posse, también se alejó del Ejecutivo Silvestre Sívori, cuya renuncia fue oficializada hoy en el Boletín Oficial.     

"El jefe de gabinete ha presentado su renuncia junto también con del interventor de la AFI. No hay ninguna cuestión en esto pendiente que conozca. No me guío por versiones, si alguien tiene algo que decir que lo diga donde corresponde", remarcó el nuevo ministro coordinador en un encuentro con la prensa que se llevó a cabo en la Casa de Gobierno. Para el exministro de Interior, la dimisión de Posse tuvo que ver con “un desgaste” en lo que fueron los primeros meses de la gestión del presidente Javier MIlei al frente del Ejecutivo.

"Hay que pensar exactamente en una reorganización de la inteligencia en la Argentina. Tiene que haber inteligencia exterior para tener en claro lo que está pasando en el mundo. Y tiene que haber inteligencia interior, para pensar lo que está pasando con el crimen organizado, con el narcotráfico, con las fronteras. Para eso hay que usar especialistas que hay y que no hay tampoco en el país”, dijo Francos.

El ex

Sívori es abogado especializado en derecho administrativo, tiene 39 años y fue un funcionario del gobierno de Mauricio Macri y de la Ciudad de Buenos Aires. Su salida del gobierno era obvia: quedó al frente de la AFI en diciembre del año pasado con la bendición de Posse.

Antes de llegar a la AFI, tuvo un importante paso por la función pública, siempre dentro del PRO. Desde 2016 y hasta el fin del mandato de Cambiemos, fue director de Asuntos Jurídicos en el Ministerio de Transporte, que dirigió Guillermo Dietrich. El letrado llegó al máximo organismo de inteligencia como parte de la intervención que rige desde 2020.

En su momento, Alberto Fernández dispuso intervenir la AFI, que bajo la gestión de Caamaño dejó de actuar como auxiliar de la Justicia y suprimió el manejo de “fondos reservados”, montos de dinero que la entidad utilizaba de forma prácticamente discrecional.

El Gobierno de Milei, consciente de su debilidad numérica en la Cámara alta (requisito para nombrar un titular de manera formal), dispuso mantener la intervención de la AFI y repuso además el manejo de los fondos reservados por parte de la conducción del organismo.

Varias versiones periodísticas e incluso dentro de la oposición dialoguista señalaron en los últimos meses que el dinero de los fondos reservados de la AFI eran empleados para financiar el “ejército de trolls” que defiende a la gestión libertaria en las redes y que comanda el asesor presidencial, Santiago Caputo.

Los cuestionamientos

Fuentes oficiales indicaron que, en las últimas semanas, el asesor y la secretaría general de la Presidencia y hermana del jefe de Estado, Karina Milei, comenzaron a tener cada vez más influencia en la AFI, pero sentían malestar por las limitaciones que Posse les había puesto en el manejo de los fondos de las empresas públicas.

En enero hubo en el Gabinete un hecho que reveló el manejo que Posse hacía del aparato de inteligencia del Estado. Al cabo de una reunión de Gabinete, el exministro coordinador le comunicó a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que sabía de un viaje que haría a Punta del Este.

La funcionaria -de máxima confianza de Milei- no les había comunicado a sus pares el destino de una escapada de fin de semana que tenía planeada. Pero Posse se enteró igual. ¿Fue una tarea asignada a Sívori? Un interrogante que sonó con fuerza en los pasillos de la Casa Rosada.

Desde el inicio de su gestión, Posse reunió en varias oportunidades con William Burns, el jefe de la CIA, la poderosa agencia de Inteligencia de los Estados Unidos. Uno de esos encuentros se produjo en Buenos Aires y contó con la participación de Sívori. ¿Quién se encargará ahora de cultivar ese vínculo con el sistema de inteligencia de Washington? La respuesta tal vez comience a develarse cuando el gobierno anuncie quién será el próximo titular de la AFI, un lugar disputado en este momento en la estructura libertaria.