En los últimos días surgió la primera gran denuncia contra el expresidente Alberto Fernández y algunos funcionarios y allegados a su círculo de amistades. El ahora cesanteado funcionario del gobierno de Javier Milei, Osvaldo Giordano, que se desempeñó como titular del ANSES durante poco más de cuarenta días, detectó presuntas irregularidades por $20.000 millones anuales en la contratación de seguros de vida por los créditos de esa repartición a sus afiliados. En la operatoria también estaban involucrados mediadores que se llevaban la jugosa tajada de 300 millones anuales, cifra muy por encima del porcentual que correspondería.

Entre los acusados no solo está el ex presidente; también lo está el  extitular de Nación Seguros y amigo de Fernández, Alberto Pagliano, y al gestor bróker de seguros Héctor Martínez Sosa, esposo de la exsecretaria del saliente mandatario, María Marta Cantero, y un nombre llamativamente también vinculado muy cercanamente al mundo PRO: Pablo Torres García, quien cimentó su enorme fortuna, hoy diversificada en múltiples negocios, durante la gestión de Mauricio Macri al frente del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Los vínculos entre el macrismo y Pablo Torres García, el empresario envuelto en el escándalo de los seguros

Torres García llegó a Macri a través de Nicolás Caputo, el "amigo del alma" del ex presidente. A Torres García lo unía también una amistad con Edgardo Cenzón y Federico Salvai, figuras clave en su posterior crecimiento comercial, y por entonces todos integrantes de la Fundación PRO. El hoy multimillonario Torres García era entonces un broker de Provincia Seguros, y negoció con el estado porteño durante los ocho años de Cambiemos.

“Se entusiasmaron tanto que, por consejo de Pablo, crearon la Dirección de Seguros”, recuerda una fuente de ese organismo que también rememora la frase “me la manduco toda yo”, dicha supuestamente por Torres García.

El primer escándalo que salpicó al gobierno macrista y las aseguradoras se remonta a noviembre de 2010, a pocos meses de creada la Dirección de Seguros, organismo del gobierno de la ciudad encargado de las licitaciones y adjudicaciones del ramo. El 26 de agosto de ese año el gobierno llamó a licitación para decidir qué empresa de Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART) sería la encargada de cubrir los eventuales riesgos laborales de 116 mil trabajadores que integraban su personal.

En menos de quince días de abierta la convocatoria se descartó a dos de los tres oferentes y finalmente se optó por continuar el vínculo con la empresa Mapfre. La veloz adjudicación a la empresa española derivó en un pedido de informes por parte de la Legislatura pues más allá de la celeridad y el incremento de los montos de comisión, el pliego establecía de manera taxativa que, tener algún director o administrador que a la vez fuese funcionario público nacional, provincial o municipal era un impedimento para presentarse, y el Director Titular de Mapfre ART, Daniel Bescós, era a su vez Director en el Ministerio de Educación de la Nación.

Los vínculos entre el macrismo y Pablo Torres García, el empresario envuelto en el escándalo de los seguros

Pero además, desde ahí quedó claro que uno de los grandes negocios era el de la intermediación entre la aseguradora y el Estado y el tema roza a Mauricio Macri desde entonces. En 2016 la empresa aseguradora AON fue la adjudicataria directa, sin licitación. En ese momento el presidente de la Operadora Ferroviaria del Estado (SOFSE) y del directorio de Ferrocarriles Argentinos, Marcelo Orfila, decidió cancelar todos los seguros que estaban vigentes y cederle en forma directa el paquete de las pólizas y contratos a AON, a cuyo frente estaba Jorge González Galé, un broker que, como intermediario, se llevó $45 millones de comisión, cuando se trataba de seguros sin complejidad -trenes, galpones y personas- y que cubría sin ese costo Nación Seguros. 

Gonzalez Gale había sido el principal broker de seguros de Rimaco, una de las empresas del grupo SOCMA de Franco Macri y que luego fue adquirida por AON. El patriarca de los Macri y Gonzalez Galé estaban unidos por una amistad muy cercana y la pasión por el bridge, que jugaban cada martes junto a un grupo de amigos conocido como el "Club de los 12" y que también integraba Mauricio.

Cuando en 2015 Mauricio Macri ganó la presidencia del país, su primo Jorge, al frente de Provincia Seguros, se preguntó por qué la Ciudad pagaba tanto por la intermediación de Torres García cuando siempre había tratado directamente con la Provincia. Entonces el broker saltó a la Provincia de Buenos Aires a prestar el mismo servicio, con un gobierno bajo la órbita de María Eugenia Vidal y Federico Salvai, su amigo, para entonces jefe del gabinete provincial y esposo de la ministra nacional de Desarrollo Social, Carolina Stanley.

Entre 2016 y 2017 Torres García desembarcó en la provincia de Chubut como parte del directorio de Patagonia Broker, la empresa que creó el Estado provincial en el primer mandato de Mario Das Neves para concentrar todo el negocio de los seguros de la Provincia, con el objetivo de que un bróker propio se quedara con las millonarias comisiones que antes se llevaban brokers nacionales. Se supo de su intervención cuando en 2018 y luego de sucesivas denuncias, intervino la justicia chubutense para investigar algunos casos de corrupción en la causa que llamó "Embrujo" y Torres García empezó a ser uno de los nombres que se barajaron en los testimonios judiciales sin que llegue a formar parte del proceso.

Según el periodista Carlos Pagni, Torres García y Mauricio Macri ya no serían amigos, y la enemistad habría quedado registrada en un cumpleaños de Nicky Caputo: "En un cumpleaños de Nicolás Caputo, Macri fue terminante con su amigo y padrino de bodas: Yo no entro si no echás a ese tipo de la fiesta, le dijo a Nicky. De esa manera, logró alejarlo de la celebración”, narró el periodista.

No parece demasiado verosímil, o quizá pronto volvieron a ser amigos pues Torres García no dejó de hacer negocios con el gobierno macrista tampoco en la órbita nacional, donde logró jugosas comisiones en ANSES. Pero además, juntos comparten otra pasión más allá de la que sienten por las alianzas comerciales: el sky, la nieve, el sur.

Pablo Torres García es el concesionario del Cerro Bayo en sociedad con Jorge O´Reilly, director de la constructora Eidico, de quien Data Clave dio cuenta en diversas notas por su lobby para ser embajador ante la Santa Sede; y también integra el directorio Bruno Screnci, quien ocupó cargos en el gabinete porteño, en Banco Provincia durante la gestión de Vidal y en la Corporación Puerto Madero.

El broker es además  presidente de la Cámara Argentina de Esquí y Montaña (CAEM), fundada en 2022 y tiene vínculos directos con el country Cumelén, donde tiene su residencia patagónica Mauricio Macri. Precisamente en la temporada invernal de 2018 Torres García declaró al diario "El Cordillerano" que imaginaba que en algún momento: “llegará el señor Presidente de la Nación, Mauricio Macri, si su agenda se lo permite, mientras que el medio reproducía fotos de Juliana Awada y la niña Antonia esquiando en la pista del Cerro.

Dos años antes la Revista Hola daba cuenta de un encuentro entre el presidente y Eduardo Cohen, el socio de Torres García, en las instalaciones de Cerro Bayo: El sábado almorzaron en Altitud, el parador de montaña con una increíble vista sobre villa La Angostura y el lago Nahuel Huapi, junto a Eduardo y Cindy Cohen, uno de los mayores inversores de la zona. Allí vieron el duelo olímpico entre Juan Martín del Potro y Rafael Nadal. Y Juliana, muy simpática, saludó al periodista Matías Martin y la cocinera Juliana López May. Por la noche repetirían la comida, en casa de los Cohen, esta vez con Mauricio Macri en la mesa. El domingo, las mujeres del Presidente continuaron con la rutina, aunque la primera dama no volvió a esquiar: acompañó a Antonia durante toda su clase. Y bajaron de la montaña para ver la final del tenis olímpico con el jefe de Estado. El lunes 15, finalmente, se embarcaron de regreso a Buenos Aires”.

Es que Juliana Awada es íntima amiga del matrimonio Cohen, y así como la familia Macri elige Cerro Bayo, enclavado en el corazón de Villa La Angostura como uno de sus lugares en el mundo Nicolás Caputo también elige este espacio exclusivo para despejarse de las tensiones con su familia, así como Máxima Zorreguieta, reina de Holanda, también ha tenido oportunidad de esquiar en estas cumbres.

Ese buen vivir contrasta con el de los empleados del emprendimiento turístico que denuncian tener que trabajar en casetas de control sin calefacción; con puertas que no cierran a 1600 metros sobre el nivel del mar y con temperaturas bajo cero. Larguísimas y constantes caminatas por la nieve con zapatillas, guantes de trabajo de hilo (como los que se usan en la construcción), baños inutilizables por estar repletos de nieve y falta de equipamiento para las patrullas y de botiquines de primeros auxilios.

Otros reclamos tienen que ver con demandas salariales como la exigencia del pago de horas extras y los fines de semana al 100 %. Trabajadores y trabajadoras también denuncian que los empresarios Cohen y Torres García los presionan para que trabajen de lunes a lunes sin franco, en época de temporada alta.

Los vínculos entre el macrismo y Pablo Torres García, el empresario envuelto en el escándalo de los seguros

El 12 de julio de 2018 Mauricio Macri recibió a representantes de las cámaras argentinas de Turismo y de Esquí y Montaña en una reunión en la Casa Rosada. Participaron los ministros de Turismo, Gustavo Santos, de Transporte, Guillermo Dietrich, y el secretario de Deportes, Carlos Mac Allister, entre otros funcionarios y representantes de los centros turísticos de sky, entre ellos Pablo Torres García como responsable de Cerro Bayo y presidente de la CAEM.

Según un comunicado oficial de Casa Rosada sobre esta reunión, más de 600 mil personas concurren anualmente a los centros de esquí nacionales, los cuales tienen contratados de manera directa a unos 2.500 empleados. Durante el invierno además, contratan de “forma indirecta a otros 25 mil”, aparentemente en las condiciones descriptas por el sindicato.

Torres García es además dueño de la bodega Rossel Boher y tiene inversiones inmobiliarias en el partido de Tigre, donde también tiene desarrollos de esa índole O´Reilly y su empresa Eidico. Es socio en Greenleaf Turismo S.R.L; presidente de TG Brokers S.A; director suplente en CR Resto Montaña y Playa, y director suplente en Estancia Don Blas S.A. En su sitio web figura como integrante de la Aseguradora San Cristóbal.