El Gobierno nacional, a través de un DNU de Alberto Fernández, prepara fuertes medidas restrictivas al turismo extranjero, con el fin de mitigar los efectos de la segunda ola por coronavirus.

Tal como viene contando Data Clave, hay preocupación en el oficialismo por los  controles en aeropuertos y fronteras en un contexto delicado por la pandemia. Muchos países de Europa y Sudamérica empeoran sus cifras y las empresas farmacéuticas ya dan señales de no dar abasto para la producción de vacunas.

“Hemos firmado contratos para adquirir más de 65 millones de dosis. Al igual que en todo el mundo, las vacunas están demorando en llegar. Incluso los países más ricos han tenido tensiones con los proveedores”, alertó el jefe de Estado el jueves en una sorpresiva cadena nacional.

Los infectólogos que responden al Gobierno vienen expresando la necesidad de tomar mayores medidas, sobre todo en los sectores turísticos. El último caso es el de los jóvenes que volvieron contagiados de Cancún de viaje de egresados. Uno de ellos era el hijo de Diego Santilli, por ejemplo, que ya había sufrido covid-19 anteriormente.

Ante esto, se prepara un cóctel de medidas apuntado exclusivamente a endurecer los controles turísticos y desalentar esta práctica. Una de las medidas sería que los turistas que decidan viajar, tendrán que aislarse obligatoriamente en hoteles y pagando por su cuenta.

A esa medida también se le suma el costo propio de hisopado y disposiciones operativas como la disminución de frecuencias para vuelos extranjeros y los férreos controles en las fronteras argentinas con Bolivia y Brasil.

Aerolíneas Argentinas y Latam ya dieron señales

El jueves pasado, Aeropuertos Argentina 2000 informó la reducción de frecuencias en consonancia con la Decisión Administrativa 219/2021 publicada el 13 de marzo, que establece que la Dirección Nacional de Migraciones, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y el Ministerio de Salud debían determinar los cronogramas de vuelos y la cantidad de pasajeros que ingresarían al país.

La norma mantuvo las restricciones a algunos destinos y redujo todavía más las frecuencias de los vuelos a Brasil y Estados Unidos, ambos destinos donde crecen los casos de nuevas variantes de coronavirus.

Aerolíneas ya suspendió 68 vuelos: 40 correspondientes a marzo y 28 a abril. Cinco de los que iban a partir en estos días desde Ezeiza tenían como destino a Río de Janeiro, San Pablo y Florianópolis. Desde la empresa explicaron que los pasajeros de esos vuelos son reubicados en otras fechas, o en el mismo día si ese destino contara con más de una frecuencia diaria.

Latam también anunció cancelaciones a partir de esta semana y reducirá sus operaciones en un 30% a Santiago de Chile, 70% a San Pablo y 30% Lima. Con ese esquema, la aerolínea vuela una vez por día a las capitales de Perú y Chile -aunque esta última tiene una frecuencia extra los viernes- y parte a San Pablo los martes, jueves y sábados.