En 2019, un trágico hecho empañó las ligas amateur de fútbol de ciudad de San Francisco, provincia de Córdoba, cuando una pelea terminó con la vida de Cristian Robledo. Esta situación se dio en la denominada ‘Liga Interprovincial’ durante el partido por la fecha número ocho entre los equipos denominados ‘Los pibes de las Palmeras’ vs. ‘La cuadra de La Milka’.

En momentos que transcurría el segundo tiempo y a pocos minutos de terminar el partido se produjo una pelea de puños entre dos jugadores, lo que luego derivó en que intervinieran los demás deportistas de ambos equipos y espectadores.

En ese marco de tumulto, se encontraba Robledo, a quien los jugadores del equipo contrario comenzaron a agredir y perseguir por la cancha logrando hacerlo caer al suelo en las cercanías del portón de ingreso a la cancha. El joven recibió patadas en la cabeza y el cuerpo, "siendo la causa eficiente de muerte traumatismo de cráneo y tórax con pulmones en shock y distress respiratorio", según informe de autopsia.

Tres años más tarde, el Juzgado en lo Penal Juvenil de la ciudad de San Francisco, a cargo del juez, Andrés Peretti resolvió no imponerle pena a dos adolescentes que fueron declarados responsables del delito de homicidio agravado en ocasión de espectáculo deportivo.

El tribunal tomó en consideración que, durante la audiencia, la madre de la víctima perdonó a los jóvenes que participaron en la pelea que derivó en el fallecimiento de su hijo. En la riña, participaron cinco sujetos entre los cuales se encontraban los dos adolescentes. Los otros tres agresores, que eran mayores de edad en el momento de hecho, fueron condenados a 12 años de prisión.

Los adolescentes pidieron disculpas y expresaron que nunca quisieron matar a nadie. En este sentido, el juez destacó “la valentía y honorabilidad" de la mujer que "conmovió a todos los presentes en la audiencia, en tanto implicó una muestra de humanidad y superación”.

“En tiempos como los actuales, donde la violencia, la ira, la rabia, la cólera y el descreimiento generalizado de todas las instituciones –en especial, del Poder Judicial− dominan la escena pública y privada, el proceso interno que transitó Rosa Gallego −y que concluyó con el perdón a los asesinos de su hijo− es una inspiración para la sociedad toda, pero en concreto, para quienes nos desempeñamos en un fuero Penal Juvenil”, enfatizó el magistrado.

En el caso, el tribunal evaluó que el tratamiento tutelar cumplido por los jóvenes en el Complejo Esperanza fue aprovechado para "adquirir y consolidar el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales de terceros" y, en consecuencia, “es suficiente para neutralizar la pretensión punitiva”.

Mataron a su hijo en un partido de fútbol amateur, los perdonó y la Justicia los eximió de pena