Luego de la polémica por los nuevos juzgados y cámaras que se agregaron a último momento a la “reforma judicial” en el Senado, el debate por la aprobación llega a la Cámara de Diputados donde el oficialismo no tiene los números por sí mismo para convertir en ley la iniciativa. Las comillas en reforma no son casualidad: tanto Cristina Fernández de Kirchner como Alberto Fernández salieron casi a bajarle el tono al proyecto.

En Diputados es donde se vuelve clave el apoyo de algunos sectores políticos que no integran Juntos por el Cambio y que podrían colaborar para alcanzar el quorum (129 diputados), una tarea que Sergio Massa no tiene sencilla. Por lo pronto, el presidente de la Cámara Baja va a planchar el debate como señal, por un lado, de los cambios que están dispuestos a hacer y para que pase un poco la efervescencia por el tema. 

En medio de los tironeos políticos, la gran mayoría de los sectores judiciales que expusieron durante este último mes se pronunciaron en contra. Siguieron el debate en el Senado y también están atentos a la definición, especialmente de lo que implica la fusión de Comodoro Py y la creación de juzgados y cámaras federales en todo el país.

La desconfianza es mucha por la forma en que se llevó adelante la reforma y porque no ha sido superado aún la “no consulta” sobre el tema. De todas formas, esas cámaras y juzgados creados pueden ser claves para la aprobación si se tiene en cuenta a los grandes ganadores de toda esta cuestión: gobernadores y algunos intendentes que ahora tendrán en sus territorios representantes de la justicia federal.

Por otro lado, varios de los integrantes de la histórica Asociación de Magistrados, que nuclea a jueces, fiscales, defensores y funcionarios federales, ya adelantaron que tienen escrito una serie de argumentos para incluir en un amparo si finalmente la reforma se aprueba en los términos en los cuales está planteada. 

Una señal que envió el Gobierno a fines de esta semana fue el envío de muchos pliegos al Senado para cargos en el fuero contencioso administrativo, en lo civil y en distintos lugares del país. Justamente ese fuero fue el gran ganador de esta “reforma”: el oficialismo había propuesto fusionarlo con el Civil y Comercial Federal pero desistió en el camino.

Mientras tanto, esta semana también sería clave en el otro gran plano judicial: los polémicos traslados. Los diez jueces y juezas que fueron considerados por el Consejo de la Magistratura como parte de un mecanismo que no siguió el trámite constitucional necesario para pasar de un juzgado a otro fueron citados a la Comisión de Acuerdos del Senado. Allí se evaluará la situación de cada uno y luego se pasará al pleno donde necesitan la mayoría simple de los votos para ratificar ese movimiento

Sin embargo, hay tres magistrados que tomaron otra estrategia. Los jueces Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia fallaron en su primera presentación judicial y ahora esperan que el per-saltum que presentaron para que la Corte Suprema intervenga directamente les de la razón y puedan quedarse en la Cámara Federal. El juez Germán Castelli, trasladado al Tribunal Oral Federal 7, también requirió al fuero Contencioso Administrativo que lo ratifique en su lugar. Por ahora, no tuvo resultados.

Esta cuestión presenta también otra complejidad: la situación de Eduardo Farah, un juez que pertenecía a la Cámara Federal pero que pidió su traslado luego de excarcelar a Cristóbal López y Fabián De Sousa en 2018 aunque confirmó también sus procesamientos. Esa decisión le valió una serie de críticas oficialistas en ese momento, de investigaciones judiciales y notas periodísticas donde lo acusaban, entre otras cosas, de haber recibido dinero por esa decisión.

“Espero que las Sras. Senadoras y los Sres. Senadores comprenda los motivos que me llevaron en su momento a pedir mi traslado a otra sede judicial, distinta del cargo para el que había concursado y obtenido el acuerdo de ese Cuerpo, y a la vez, tomen conocimiento del resultado de las investigaciones que se promovieron y de las decisiones judiciales firmes que, no solo descartaron cualquier acción irregular de mi parte, sino que también corroboraron la corrección fáctica y jurídica de aquella decisión del suscripto”, dijo Farah en la nota que le elevó a la Comisión de Acuerdos. ¿Qué pasará si Farah vuelve a la Cámara de dónde supuestamente se fue presionado?