Otro error no forzado cometido en el marco de una declaración periodística colocó, una vez más, a la ministra Sabina Frederic en el ojo de la tormenta. El miércoles por la mañana, la titular de la cartera de seguridad nacional afirmó que “durante el 2020 en la provincia de Buenos Aires no creció la tasa de homicidio y en la Ciudad de Buenos Aires creció 22%; más que en Santa Fe”. El objetivo, quedó claro, fue "raspar" al jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y a su principal candidato bonaerense Diego Santilli, en la semana previa a las primarias, que tienen al "Colorado" ex vice jefe de CABA como uno de los principales animadores de la interna opositora.

Rápido de reflejos, Larreta aprovechó el "regalo" de la ministra e hizo uso de todos los medios a su disposición (que no son pocos) para devolverle la gentileza, con virulencia. Tras tildar de "gravísima" la comparación, se despachó ilustrando con cifras su respuesta: "cuatro homicidios cada cien mil habitantes en la Ciudad de Buenos Aires; 16 y medio en Rosario", respondió el dirigente opositor. Y agregó terminante: "¿Cómo podés comparar una con la otra? Es una falta de respeto a los santafesinos con lo que están viviendo".

Polémica por las cifras de homicidios en CABA: "la clave no es la cantidad, sino la distribución territorial"

Lejos de achicarse, la funcionaria nacional redobló la apuesta y este jueves volvió a confrontar con el líder del PRO, aclarando su afirmación del día anterior. "Nunca dije que la tasa de homicidios de la Ciudad fuera más alta que la de Santa Fe porque realmente no es así. La tasa de homicidios en Santa Fe es la más alta del país. Ahora, el incremento durante el 2020 en la Ciudad de Buenos Aires dicho por el Gobierno porteño es del 22%. En la Ciudad hubo muchos problemas”, concluyó la ministra.

Evidentemente mal asesorada, la ministra tomó para la desafortunada comparación la suba interanual de cantidad de homicidios dolosos como tasa y eso no es correcto. Pero más allá de las chicanas propias de una campaña donde no abundaron ni las ideas, ni las propuestas y esa sensación incómoda que transmite el hecho de que se estén "tirando los muertos" entre los distritos, como si los asesinados tuvieran más o menos relevancia según el lugar de la Argentina en donde fueron abatidos, la pregunta obligada es ¿qué dicen realmente los números oficiales de la estadística criminal? 

Data Clave consultó al Director Nacional de Política Criminal de la Nación, Ariel Larroude, que además encabeza una organización no gubernamental dedicada al análisis de la seguridad ciudadana (el Observatorio de Política Criminal de la Ciudad de Buenos Aires).

Ariel Larroude, Director Nacional de Política Criminal del ministerio de Seguridad de la Nación.
Ariel Larroude, Director Nacional de Política Criminal del ministerio de Seguridad de la Nación.

Data Clave: ¿Cual es la situación precisa de la estadística relacionada con la violencia urbana y los homicidios dolosos en CABA?

Ariel Larroude: El dato más relevante en términos de criminalidad en la ciudad de Buenos Aires no pasa tanto por la tasa de homicidios dolosos, que permanece baja, sino en cómo se distribuye esa violencia en su territorio. En ese aspecto, hay que decir que en los últimos cinco años, ocho de cada diez homicidios dolosos se produjeron la zona sur de la ciudad, específicamente en las comunas 1, 3, 4, 7 y 8.

DC: ¿Podrías precisar un poco más qué significa este dato?

AL: En la Comuna 1 (integrada por los barrios de Puerto Madero, San Telmo, Constitución, Retiro) la última tasa de homicidio doloso según el mapa del delito de CABA es de 12,8 muertos cada cien mil habitantes. Esa tasa es similar a la que tuvo Rosario en 2019, con 13 homicidios dolosos cada cien mil habitantes. En esa zona del territorio porteño tiene actuación predominantemente la Policía de la Ciudad.

DC: ¿Qué pasa  si lo comparamos con 2020?

AL: En principio, si tomamos la tasa de homicidios registrados en la provincia de Santa Fe durante 2020, vemos que fue de diez por cada cien mil habitantes. Mientras que la de la ciudad de Buenos Aires fue de cuatro por cada cien mil. La suba porcentual se registra cuando se la compara con la tasa de 2019, que fue de 3,26 por cada cien mil.

DC: ¿Pero entonces creció?

AL: Si, pero no en las proporciones que se mencionaron. La realidad indica que CABA fue uno de los pocos distritos que tuvo un alza de homicidios dolosos, mientras que en provincia de Buenos Aires y el resto de los distritos, esa tasa fue a la baja. Pero insisto en que ese no es el dato más relevante, sino que el problema es cómo se distribuye la violencia en la ciudad.

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DC: ¿Cuál fue el error de Frederic?

AL: No es lo mismo cantidad que tasa. Es verdad que hubo una suba de homicidios dolosos en la ciudad, de 102 a 124, pero eso no trae repercusión en la tasa de homicidio, que es el método que se toma científicamente para evaluar la peligrosidad de un territorio. La ministra tuvo un sesgo de valentía al instalar un tema que en CABA no se aborda.

DC: ¿Qué conclusión se puede desprender del análisis detallado de la estadística?

AL: Hay muchas cosas para analizar. Por ejemplo, mas de la mitad de esos homicidios dolosos (51%) se produjeron con armas de fuego, lo que significa que no hubo una política adecuada de desarme de la sociedad civil en territorio porteño. Una de las leyes que el Frente de Todos prevé impulsar en el Congreso Nacional es un incremento del incentivo que se otorga a partir de la entrega voluntaria de armas. Actualmente la cifra que paga el Estado a quien entrega un arma, oscila entre 3000 y 5000 pesos. Y consideramos que incrementando ese valor, vamos a mejorar esta situación que se agravó durante la pandemia.

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DC: ¿Hacen falta más policías en las calles, como dice Diego Santilli?

AL: Eso abre otro interrogante. Si la ciudad de Buenos Aires es el distrito con más policías por habitante del país (900 efectivos cada cien mil habitantes), por qué mantuvo estos niveles de violencia letal y no ha logrado intervenir efectivamente en este problema. La pregunta que deberíamos hacerle a la ciudad es cómo distribuyó esos efectivos para abordar esa violencia letal en los barrios donde el problema es mayor. Y algo que me parece fundamental para no seguir insistiendo con la muletilla de que el principal problema está en los barrios vulnerables: en 2020, de diez homicidios dolosos, solo cuatro fueron cometidos en las villas de la ciudad.